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El enigma de Houdini

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HOUDINI & CONAN DOYLE: desafiando a los espíritus1 Este texto se corresponde al primer capítulo de The Edge of the Unknown de Sir Arthur Conan Doyle (1859-1930), publicado en 1930

Quién fue el mayor azote de los médiums de los tiempos modernos? Houdini, sin ninguna duda. ¿Quién fue el mayor médium físico de los tiempos modernos? Hay quien se inclinaría por dar la misma respuesta. No sé cómo se podrá demostrar ahora de una vez y para siempre, pero las pruebas circunstanciales pueden ser muy sólidas, como dijo Thoreau al encontrar una trucha en la jarra de leche. Preveo que el asunto será motivo de debate en los próximos años, de manera que mi opinión, dado que lo conocí bien, y siempre tuve en mente esta posibilidad, puede resultar de interés. Si hubiera otros que sumaran su experiencia para apoyar o rebatir mis conjeturas, a la larga quizá se pueda obtener algún resultado.

Expondré, en primer lugar, algunas de mis impresiones personales sobre Houdini. A continuación haré hincapié en algunas fases de su carrera que demuestran su carácter singular; acto seguido, razonaré sobre la fuente de sus poderes únicos.

En primer lugar diré que en una larga vida que ha tocado todos los aspectos de la humanidad, Houdini es, con mucho, el personaje más curioso y enigmático con el que me he encontrado. He conocido hombres mejores, y, sin duda, mucho peores, pero jamás he conocido a un hombre de una naturaleza dotada de tan extraños contrastes, y cuyos actos y motivaciones fuesen más difíciles de prever o conciliar.

En primer lugar, y tal como corresponde, haré hincapié en el gran bien que había en su naturaleza. Poseía en grado sumo la cualidad masculina esencial de la valentía. Nadie ha hecho y, tal vez, no haya posibilidad humana de que nadie haga jamás, proezas tan temerarias. Toda su vida fue una larga sucesión de tales proezas, y cuando digo que entre ellas se contaba el saltar de un aeroplano a otro, con las manos esposadas, a una altura de tres mil pies, podemos hacernos una idea de hasta qué extremos era capaz de llegar. Sin embargo, en esto, como en muchas otras cosas referidas a él, había cierto elemento psíquico que él estaba dispuesto a reconocer abiertamente. Me refirió que una voz completamente independiente de su propia razón o juicio le dictaba qué hacer y cómo hacerlo. Mientras obedeciera a esa voz su seguridad quedaba garantizada.…

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