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A. Geopoéticas, geopolíticas

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Doris Salcedo. Disremembered VII y Disremembered VIII, 2013-2018. Harvard Art Museums, Boston, EE.UU. Cortesía de la artista

Entrevistas con Gabriela Rangel, Fernanda Pitta, Amanda de la Garza y Lía Colombino.

Pareciera que habiendo tenido sus mejores días décadas atrás, en medio de la hirviente guerra fría que se vivió en el continente, el término “Latinoamérica” ha perdido en las últimas décadas los pocos colmillos que alguna vez, posiblemente, tuvo. Jaloneada constantemente por los caprichos de la geopolítica de un vecindario siempre en convulsión y los aires homogeneizantes del “globalismo” —versión populachera y low cost del cosmopolitanismo elitista del siglo XIX— es muy posible que casi ya no diga nada, en especial para las nuevas generaciones que no crecieron bajo el elixir unificador de la lucha contra el “imperialismo”.

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Doris Salcedo. Disremembered VII y Disremembered VIII, 2013-2018. Harvard Art Museums, Boston, EE.UU. Cortesía de la artista

Sin embargo, si bien nunca llegó a constituirse en una “identidad” cultural robusta, es claro que, a pesar de sus malas épocas, aún designa una serie de recurrencias básicas a lo largo de la región y que, sus prácticas y productos artísticos gozan de un mínimo “aire de familia”: resultado, muy posiblemente, de responder a una misma distancia similar con la modernidad (esto es, reconocerse en una misma condición periférica). Por ello, y tal como lo sugiere abajo algunas de las entrevistadas, lo que parecería que termina uniendo a la región es la común experiencia de una misma grieta constitutiva, de una distancia crítica entre lo que se quiso ser (lo que se soñó) y lo que (lamentablemente) terminamos siendo. Esto es: al conocido repertorio de las características que hacían a Latinoamérica una de las regiones más homogéneas del mundo —las mismas estructuras coloniales propias de la península ibérica, los mismos idiomas romances, el mismo sistema legal basado en los códigos napoleónicos, la misma dependencia económica, y la misma convulsión política— habría que agregar, como experiencia constitutiva, el sentirse náufrago de una modernidad que nunca llegó a pesar de las diversas olas modernizadoras que llegaron a sus sociedades cada veinte años a lo largo de cada dos siglos.

Para poder determinar hasta qué punto se ha erosionado este concepto, en especial en relación con su uso en los ámbitos de producción artística a lo largo del continente, o qué otros nuevos términos están comenzando a servir ya sea de muletas o de suplantación total para el mismo, buscamos conversar con cuatro de las más importantes e influyentes agentes culturales de la región.…

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