El lugar de la cultura
Homi Bhabha
Manantial, Buenos Aires, 2002
En 1994 apareció una compilación que reunía algunos de los textos más sugerentes que en el transcurso de una década había publicado Homi Bhabha (Bombay, 1949)1Homi Bhabha es Profesor Anne F. Rothenberg de Humanidades en el Departamento de Inglés de la Universidad de Harvard. en prestigiosos medios, como October o Critical Inquiry, y en volúmenes de crítica cultural de las editoriales punteras del mundo académico anglosajón. La antología The Location of Culture2Homi Bhabha, The Location of Culture, Nueva York y Londres: Routledge, 1994. Traducido al español: Homi Bhabha, El lugar de la cultura, Buenos Aires: Manantial, 2002., revisada en 2002 y reimpresa dentro de la Colección Routledge Classic en 2004, venía precedida por los capitales aportes que el autor hiciera a la teoría postcolonial en 1990 con Nation and Narration, en su voluntad de revisión de conceptos y formas de escritura de la historia sustentadas por categorías totalizantes y esencialistas de la modernidad, como “nación”, “pueblo”, “cultura” o “tradición”. The Location of Culture revela el amplio espectro de herencias intelectuales y disciplinares en las que se inserta el pensamiento de Bhabha (Frantz Fanon, Walter Benjamin, Sigmund Freud, Jacques Lacan, Edward Said…), así como la movilidad a través de esos referentes y métodos de la historia, la filosofía, el psicoanálisis o la teoría crítica, con que él transita hacia la teoría literaria y la descodificación textual de los más plurales medios: cine, artes visuales, literatura, etc.
La diferencia cultural queda apartada de cualquier binarismo o par oposicional para ser producida en aquellas identidades performativas de diferentes minorías
Conceptos como “ambivalencia”, “hibridación”, “mimetismo”, “estereotipo” en tanto fetiche colonial, “intersticios” o el sensible “in between” son sistematizados en las páginas de los diferentes ensayos para apuntar diversos espacios de crítica y ejemplos históricos y narrativos en los que se refuta la idea de cultura o identidad como formas originarias. La diferencia cultural queda apartada de cualquier binarismo o par oposicional, para ser producida en aquellas identidades performativas de diferentes minorías que, al mismo tiempo, son deconstruidas y violentadas en sus múltiples articulaciones colectivas o como comunidad. Es ahí donde Homi Bhabha enfrenta el enfoque posmoderno descrito por Fredric Jameson en su análisis de un sujeto descentrado, fragmentado y esquizoide como sujeto histórico de la fase transnacional del capitalismo tardío. Subsumir un nuevo sujeto histórico bajo la dependencia del multiculturalismo o la necesidad del consumo estaría negando el devenir de las agencias políticas que acontecen como enunciación de condiciones de subalternidad en la que discursan migrantes, desplazados, refugiados, comunidades diaspóricas, subjetividades históricamente racializadas o sexualidades vigiladas. De hecho, se atreve a sugerir el teórico literario que son esas condiciones fronterizas los motivos de los que debe ocuparse la nueva escritura de ficción y de no ficción, con lo cual sitúa como un problema fundamental en la agenda política y teórica de nuestro tiempo la enunciación de esas vidas en movimiento.
La hibridez y el estereotipo suponen un espacio liminal donde el imaginario social de la metrópolis es traducido e interpretado desde la agencia del nativo
Siguiendo esa lógica, se explica la persistencia de la idea de nación como un fantasma que nos impide comprender que la cultura contemporánea se articula en los procesos de desplazamiento y disyunción por los cuales las formas nacionales hoy son construidas en gran medida por minorías privadas de sus derechos políticos y de ciudadanía. Algo que trasciende el territorio y las fronteras físicas del Estado-nación moderno, así como las posiciones de hegemonía y subalternidad tradicionalmente fijadas por el discurso colonial. Se advierte sobre lo engañosas que parecen esas duplas cuando se hace una contra-lectura de textos en los que la hibridez y el estereotipo suponen un espacio liminal donde el imaginario social de la metrópolis es traducido e interpretado desde la agencia del nativo. Entonces, la traducción cultural y la mimesis, lejos de configurar un sistema de sometimiento del otro colonizado, se transforman en rebelión y resistencia, una interferencia en el discurso normalizador del poder.
Uno de los momentos más arriesgados del libro es el titulado “Commitment to Theory” (“El compromiso de la teoría”), donde Homi Bhabha se debate en interrogantes sobre la responsabilidad política del crítico. Fiel al pensamiento postcolonial, argumenta que una de esas tareas es la restitución de lugares de enunciación para aquellas voces obliteradas en los discursos históricos, la ubicación de esos intersticios que han quedado más allá, fuera del control. Compete a la teoría un entendimiento de la política no como expresión pedagógica e ideológica, sino como la performatividad de la vida cotidiana, una práctica esencial e indisoluble en las sociedades racializadas del presente. De ahí que la política no sea entonces el discurso dialéctico heredado de una lucha que se dirime en las representaciones de clases, o en los antagonismos sociales de la historia colonial, tal y como todavía se manifiesta en las formas constitutivas del Estado en nuestros días. La crítica postcolonial es directa en la negación del proyecto político moderno que acompaña la retórica de la colonización cuando pregunta “¿qué es la modernidad en condiciones coloniales donde su imposición es en sí misma la negación de la libertad histórica, la autonomía cívica (…)?3Homi Bhabha, El lugar de la cultura, Buenos Aires: Manantial, 2002, p. 290. Esa pregunta se amplifica en un presente donde persisten aberrantes relaciones neocoloniales bajo un nuevo orden mundial y la distribución del trabajo en el capitalismo global. En ese contexto in between, en el que las identidades están en permanente negociación desde sus propios márgenes desplazados (de género, sexual, racial, de clase, etc.), la vigilancia conceptual sobre el pensamiento crítico debería influir en los modos del ejercicio de la realpolitik, transformando el lugar de enunciación del discurso político. Parafraseo una pregunta más que pertinente que formula Homi Bhabha: ¿En qué se diferencian los modelos actuales de la política exterior, las agencias de cooperación y desarrollo, las intervenciones de los organismos internacionales de las empresas coloniales de control del otro a través de las misiones, la evangelización y el proyecto “civilizatorio”?
(Este texto fue redactado originalmente en 2015 para la revista EXIT BOOK)
- 1Homi Bhabha es Profesor Anne F. Rothenberg de Humanidades en el Departamento de Inglés de la Universidad de Harvard.
- 2Homi Bhabha, The Location of Culture, Nueva York y Londres: Routledge, 1994. Traducido al español: Homi Bhabha, El lugar de la cultura, Buenos Aires: Manantial, 2002.
- 3Homi Bhabha, El lugar de la cultura, Buenos Aires: Manantial, 2002, p. 290.