Edición Impresa + digital
Idioma: español / inglés
Fecha: Octubre 2023
Páginas: 144
ISBN: 9771577272008-92
ISSN: 1577-2721
ISSN-e: 2605-3497
Opera prima
Opera Prima
En la definición de ópera prima se juntan el genio y la inocencia, la curiosidad y la ambición, casi siempre el fallo y el fracaso, así como la incomprensión. EXIT 92 – Opera prima reúne los debuts fotográficos de once artistas, actualmente de gran reconocimiento y éxito, pero que en su momento eran aún jóvenes y desconocidos. Con ello se abre así un espacio para la reflexión retrospectiva sobre sus carreras artísticas y sobre los caminos que en estas primeras obras se empezaban a intuir. El texto central, firmado en esta ocasión por Rosa Olivares, reflexiona sobre el valor de la recuperación de las primeras obras de grandes artistas; trabajos que muchos de ellos siguen renovando, desarrollando y modelando durante toda su vida, que otros radicalizan o que terminan siendo convertidas en costumbre. Entre otros, se detiene en la obra de John Coplans, Alberto García-Alix, Nan Goldin, Sophie Calle, Jeff Wall y Cindy Sherman, algunas de cuyas primeras obras se recogen en este número.
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Editorial
No hay nada casual en una obra de arte
Rosa Olivares
Se dice que lo más difícil es empezar. En un texto es ya mítico hablar de ese enfrentamiento con la página (o la pantalla del ordenador) en blanco, vacía. El comienzo, el principio, puede ser brillante, generalmente con una cita ajena, y luego bajar el nivel hasta la nada, el abandono, el aburrimiento, la repetición. También las obras de arte llevan una cita en sus inicios, una cita de otro artista, un gesto, una señal, algo que ha impresionado en su memoria y sensibilidad al nuevo artista. Las influencias, lo aprendido, lo mirado, se nota. Dónde empezar es una duda eterna que nos acompaña a todos los que hacemos algo desde el vacío de una página en blanco, de una pantalla iluminada y vacía, desde un taller, un estudio limpio y ordenado. En el principio no fue el verbo, en el principio fue la duda.
Dónde se origina la primera obra de un artista suele tener mucho que ver con esa misma decisión de querer ser artista, con una obsesión por hacer, decir, crear algo, esbozar una idea, una sensación, un deseo. No siempre esa obsesión o esa idea se puede formalizar en palabras, en un guión, un boceto. Pero siempre subyace en ese deseo de ser y de hacer, un ego desbocado: la necesidad de ser diferente, único, de ser alguien… y de demostrarlo.
En la definición de ópera prima se juntan el genio y la inocencia, la curiosidad y la ambición, casi siempre el fallo y el fracaso, y la incomprensión. Y, no, las primeras obras no son las mejores ni las más originales. Salvo gloriosas excepciones, esas primeras obras se desechan rápidamente, se destruyen o se esconden y se intenta olvidarlas. Pero nunca hay nada casual en una obra de arte.
Cuando se habla de la ópera prima de un autor lo que ofrece es otra cosa; es la primera obra que el autor considera adecuada para darse al público, para mostrarla como algo propio.Una ópera prima es la primera obra de un autor. Pero realmente eso es algo tan privado y oculto que cuando se habla de la ópera prima de un autor lo que ofrece es otra cosa; es la primera obra que el autor considera adecuada para darse al público, para mostrarla como algo propio. Detrás (y también dentro, ya metabolizado) de esa supuesta primera obra están los intentos, los fallos, los errores, las repeticiones que no llegaron a ser. Insisto en que solo los genios y los ególatras dan por bueno realmente ese primer fragmento de su personalidad. Por eso sorprende que cuando