Revista EXIT número 60
#60

Edición Impresa + digital

Idioma Español / Inglés
Fecha: Noviembre 2015
Páginas: 163
Encuadernación rústica
ISSN: 1577-272-1
Versión digital ISSN-e: 1577-272-1

Mascarada
Masquerade

Para olvidarse por unos días de la realidad, del papel que cada uno jugamos en esa realidad que se llama vida cotidiana, se inventaron los carnavales, los disfraces, las máscaras. Para poder ser otro, incluso otra, con todas las de la ley. Y por eso los muchachos barbudos y heteros se disfrazan de rubias sexis o de azafatas de líneas aéreas, por eso se tapan la cara con máscaras de otro sexo, de otras razas, de habitantes de otras galaxias, padres de familia y oficinistas que nunca llegan tarde a trabajar. Pero por unas horas, por unos días, todo está permitido y puedes ser algo diferente, otra persona con otros usos y abusos. Es carnaval, cuando acabe volveremos a ser nosotros mismos, los de siempre otra vez. Pero ¿es eso realmente cierto? Porque la máscara a veces se ha convertido en nuestra propia cara, es nuestra piel el disfraz que nos oculta. Dice Gillian Wearing que la máscara nos refleja, lo dice todo de nosotros. Tal vez estamos condenados a no poder escondernos.

Mascarada es una fiesta donde los participantes llevan máscaras y disfraces, eso dicen los diccionarios. Y después añaden que una mascarada es una trampa, un engaño. No se me ocurre una mejor definición para la vida. Una trampa, un engaño, un festín en el que todos vamos disfrazados de otros, en el que todos queremos parecer lo que no somos. Tal vez ni siquiera lo que quisiéramos ser, pero ciertamente otros que no somos totalmente nosotros. El origen de las mascaradas son las fiestas cortesanas italianas del siglo XV y que florecen en toda Europa desde el siglo XVI hasta principios del XVIII, y se llama así por el uso de máscaras muy elaboradas y que tapan los rostros de los participantes. Su deriva popular serán los carnavales y las cabalgatas, las paradas con carrozas y bailes. Música, baile, vestidos y disfraces muy elaborados y carrozas y entornos arquitectónicos, decorados construidos exprofeso para la ocasión, todo un ambiente teatral para construir un espectáculo en torno al disfraz, a la ocultación, a un engaño a plazo fijo.

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Editorial

La vida es un carnaval

Rosa Olivares

Portada EXIT número 60

Para olvidarse por unos días de la realidad, del papel que cada uno jugamos en esa realidad que se llama vida cotidiana, se inventaron los carnavales, los disfraces, las máscaras. Para poder ser otro, incluso otra, con todas las de la ley. Y por eso los muchachos barbudos y heteros se disfrazan de rubias sexis o de azafatas de líneas aéreas, por eso se tapan la cara con máscaras de otro sexo, de otras razas, de habitantes de otras galaxias, padres de familia y oficinistas que nunca llegan tarde a trabajar. Pero por unas horas, por unos días, todo está permitido y puedes ser algo diferente, otra persona con otros usos y abusos. Es carnaval, cuando acabe volveremos a ser nosotros mismos, los de siempre otra vez. Pero ¿es eso realmente cierto? Porque la máscara a veces se ha convertido en nuestra propia cara, es nuestra piel el disfraz que nos oculta. Dice Gillian Wearing que la máscara nos refleja, lo dice todo de nosotros. Tal vez estamos condenados a no poder escondernos.

Dice Gillian Wearing que la máscara nos refleja, lo dice todo de nosotros

Mascarada es una fiesta donde los participantes llevan máscaras y disfraces, eso dicen los diccionarios. Y después añaden que una mascarada es una trampa, un engaño. No se me ocurre una mejor definición para la vida. Una trampa, un engaño, un festín en el que todos vamos disfrazados de otros, en el que todos queremos parecer lo que no somos. Tal vez ni siquiera lo que quisiéramos ser, pero ciertamente otros que no somos totalmente nosotros. El origen de las mascaradas son las fiestas cortesanas italianas del siglo XV y que florecen en toda Europa desde el siglo XVI hasta principios del XVIII, y se llama así por el uso de máscaras muy elaboradas y que tapan los rostros de los participantes. Su deriva popular serán los carnavales y las cabalgatas, las paradas con carrozas y bailes. Música, baile, vestidos y disfraces muy elaborados y carrozas y entornos arquitectónicos, decorados construidos exprofeso para la ocasión, todo un ambiente teatral para construir un espectáculo en torno al disfraz, a la ocultación, a un engaño a plazo fijo.