Edición Impresa + digital
Idioma: Español / Inglés
Fecha: Febrero 2002
Páginas: 179
Encuadernación rústica
ISSN: 1577-272-1
Versión digital ISSN-e: 1577-272-1
¡Esto es una fiesta!
This is a Party!
La fotografía no parece muy inclinada a convertirse en un espejo de los acontecimientos más divertidos y alegres, si no es a través de la parodia. La fiesta, esa oportunidad para celebrar algo alegre, para reunirse con amigos y familiares para reír, bailar, comer, disfrutar… no es un tema frecuente ni en la pintura clásica ni en el arte actual, y la fotografía parece más inclinada al suceso doloroso que al alegre. Parece como si aquel instante decisivo fuera, también, terrible. Pero la fiesta también existe y marca nuestras vidas.
Cualquier motivo es bueno para reunirse y celebrarlo, para vestirse y bailar, para acercarse a otro con las mejores intenciones. Una fiesta puede ser sólo para dos o estar pensada para miles de invitados. Desde una rave party a una boda pasando por la rutina del sábado noche, desde un picnic o un banquete a un cumpleaños más, de la victoria deportiva de nuestro equipo a una orgía perversa, el fin de año o la llegada de la primavera… Todo sirve para ser celebrado.
La fiesta, la celebración, la reunión, los aspectos lúdicos y festivos son los factores que agrupan la obra de diversos artistas en este número EXIT #5 ¡Esto es una fiesta!
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Editorial
Después del ruido
Rosa Olivares
La alegría se va apagando poco a poco, como los farolillos de una verbena popular. Llega el momento de terminar la fiesta. Cuando llegamos a esta conclusión la realidad es que la fiesta ya se acabó hace tiempo y sólo algunos resistentes se empeñan en revivir lo que ya es un muerto. Es el momento de recoger e intentar llegar a casa, a cualquier casa. La fiesta acabó y con ella se acabó la felicidad desenfrenada y algo artificial que produjeron los preparativos: el vestido, la comida y la bebida, el adorno de la casa, de la calle, las ilusiones… si se celebraba un cumpleaños, ya pasó, si era una boda los novios empiezan una vida que pronto será vieja. La fiesta se acabó y vuelve la normalidad, la rutina, el deseo y la espera de la próxima fiesta.
En la fiesta existen una serie de elementos comunes y definitorios, sin los que una fiesta no lo sería, habría que buscarle otro nombre. En primer lugar está el carácter extraordinario de lo que se festeja, una excepción a la regla de la vida cotidiana: una boda, el fin del invierno, un nacimiento, una festividad religiosa (Navidades, fin del Ramadán…), incluso ya, ávidos de fiesta, celebramos desde hace tiempo el viernes por la noche, el fin de una semana de trabajo e inicio de un fin de semana de ocio. En definitiva se trata de excepciones tan vulgares como la cotidianeidad de la que se huye, son hechos repetitivos, que llegan a su tiempo previsto, que a nadie sorprenden: todos saben las fechas de los eventos religiosos, nadie se asombra de que el 25 de diciembre sea otra vez Navidad. Las bodas se preparan con meses, años de antelación; la cosecha se recoge siempre en las mismas fechas y los cumpleaños son siempre, para cada cual, el mismo día todos los años. Después de cada jueves viene el viernes, y detrás de todos los domingos hay, inevitablemente, un lunes. No hay sorpresas en la fiesta, todo está anunciado, todo está previsto.