Revista EXIT número 49
#49

Edición Impresa + digital

Idioma Español / Inglés
Fecha: Febrero 2013
Páginas: 173
Encuadernación rústica
ISSN: 1577-272-1
Versión digital ISSN-e: 1577-272-1

Autobiografía
Autobiography

Si, como se afirmaba a finales de los años 60, el autor ha muerto, ¿por qué los fotógrafos actuales insisten en contarnos sus vidas a través de imágenes?

La felicidad y el dolor, el amor y el desamor, lo transcendental y lo cotidiano es en esencia el tema de un gran parte de la fotografía que se realiza hoy en día. Todo parece girar en torno al yo del fotógrafo. Son relatos en primera persona del singular trazados en imágenes que parecen invitar a los espectadores a entrometerse o involucrarse, que buscan la identificación o producen rechazo, que pueden creerse o leerse como una novela de ficción.

Algunos nos hablan de su familia que acaba casi por convertirse en la nuestra. Vemos a sus hijos llorando, jugando, bañándose, durmiendo; miramos sus escarceos de adolescencia y su despertar a una vida plena. Otros nos hablan de sus viajes. Crean cuadernos de viaje en los que nos cuentan qué mira, qué les llama la atención, qué les importa… Muchos se centran en su vida amorosa. Sus imágenes están habitadas por sus novias y novios, amantes de una noche o de un día, maridos y esposas. El amor y, sobre todo el desamor, se hacen protagonistas.

Historias de otros que permanecen en nuestra retina formando parte de la nuestra propia.

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Editorial

Acerca de mí mismo

Rosa Olivares

Portada EXIT número 49

La importancia de nuestras vidas, nuestras historias, nuestros dolores y alegrías, nuestros viajes, nuestra familia, nuestras relaciones sentimentales; la felicidad y el dolor, el amor y el desamor, lo transcendental y lo cotidiano. Todo esto es en esencia el tema de más del 80% de la fotografía que se realiza hoy en día. Si dejamos a un lado la fotografía documental (que viene a ser lo mismo pero de otros en lugar del yo gigantesco del artista), la profesional –publicidad, prensa, y poco más– y esa extraña rama de investigación formal que también existe en la foto actual, todo lo demás se reconduce al entorno del yo del fotógrafo.

Acerca de sí mismo, el fotógrafo nos habla de su familia, de sus hijos, del proceso de crecimiento y maduración de unos niños que acabamos conociendo como si fueran de nuestra familia. Los hemos visto bañándose desnudos, llorando con mocos y lágrimas, jugando, durmiendo; hemos visto sus escarceos de adolescencia y su despertar a una vida plena. Otros nos hablan de sus viajes. Un cuaderno de viaje detallado en el que no solamente aparece lo que el fotógrafo viajero va descubriendo, sino que sobre todo nos habla de él mismo, de cómo va y viene, de lo que mira, de lo que le llama la atención, de lo que le importa. La parte más amplia es la vida amorosa, los amigos, las novias, el amor y, sobre todo el desamor, el volver a empezar. Y de fondo de todo esto, el desnudo. Los cuerpos desnudos del fotógrafo y de sus parejas, amigos, hijos y familiares. En todo este impudor hay que saber separar lo que se convierte en universal y lo que solamente es exhibicionismo, porque no sabemos exactamente cuál es la razón que hace creer al fotógrafo que nos interesa su familia, sus viajes, sus amores, por qué nos tiene que interesar verle bañarse, pasear y fumar desnudo por su casa. La realidad es que, a priori, no nos interesa en absoluto. Su vida no nos parece más interesante que la nuestra, pero nosotros procuramos vivirla con más discreción. Todos tenemos hijos y todos viajamos y todos nos hemos enamorado y desengañado posteriormente. Esa es la vida en su más absoluta vulgaridad.