Revista EXIT número 48
#48

Edición Impresa + digital

Idioma Español / Inglés
Fecha: Noviembre 2012
Páginas: 169
Encuadernación rústica
ISSN: 2254-5395
Versión digital ISSN-e: 2254-5395

Belleza artificial
Artificial Beauty

La búsqueda de la belleza se cruza con el deseo de la eterna juventud a las puertas de los quirófanos en las clínicas y los hospitales. Cada vez parece más cerca esa idea atávica de vencer al tiempo, de evitar que nuestro cuerpo, nuestra cara, se vayan deshaciendo, vayan perdiendo tersura, brillo, belleza. Se conviertan en lo que no creemos, en lo que no queremos ser. Porque el problema siempre es el tiempo, su paso y la imposibilidad de revivirlo, de pararlo, de controlarlo. Volver a la juventud del cuerpo de veinte años con la cabeza de los cuarenta y la experiencia de los cincuenta.

El culto al cuerpo, el deseo de no envejecer, de seguir estando atractivos, marca una sociedad en la que la juventud es un valor que prácticamente cotiza en bolsa. Pero, no nos engañemos, detrás de ese deseo de ser jóvenes y bellos lo que se esconde es la ansiedad de ser queridos, la necesidad angustiosa de que nos deseen. Para ello estamos dispuestos a matarnos lentamente, a inyectarnos botox hasta que nuestra expresión sea la de un robot, a operarnos hasta que los cirujanos se nieguen a volver a hacerlo, a obsesionarnos con el deporte, y a, finalmente, ocultarnos de todos.

Se han buscado artistas que pudieran explicar con sus imágenes diferentes puntos de vista, diferentes experiencias, y que todos dieran una respuesta siempre parcial -como la belleza- de lo que es belleza, de lo que seguimos buscando después del corsé, de los tintes, del maquillaje, los cosméticos, de los gimnasios, de las prótesis. Hemos dividido este trabajo en varios bloques que pueden englobar métodos más suaves o más duros de reconducir el material de nuestros cuerpos hacia la idea de belleza: Retocar, Construir, Moldear e Imaginar. Dentro de ellos podremos asistir a campeonatos de culturismo, concursos de belleza, sesiones de peluquería, masajes, maquillaje, y, desde luego a la antesala de los quirófanos. Veremos el cuerpo, el lugar y las formas en que se trata de cambiarlo. Y finalmente comprobaremos que la belleza nunca es natural ni artificial, que es un concepto moldeable, que se construye, se retoca y, sobre todo, se imagina.

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Editorial

Algún día todos seremos cyborgs

Rosa Olivares

Portada EXIT número 48

La búsqueda de la belleza se cruza con el deseo de la eterna juventud a las puertas de los quirófanos en las clínicas y los hospitales. Cada vez parece más cerca esa idea atávica de vencer al tiempo, de evitar que nuestro cuerpo, nuestra cara, se vayan deshaciendo, vayan perdiendo tersura, brillo, belleza. Se conviertan en lo que no creemos, en lo que no queremos ser. Porque el problema siempre es el tiempo, su paso y la imposibilidad de revivirlo, de pararlo, de controlarlo. Volver a la juventud del cuerpo de veinte años con la cabeza de los cuarenta y la experiencia de los cincuenta. Poder vivir otra vez aquellos momentos en los que todo parecía eterno… Pero hasta ahora el tiempo sigue ganando esta guerra de varios frentes. La literatura se empeña, desde H.G. Wells hasta Stephen King sin olvidar al genial Isaak Asimov, en atravesar el tiempo como si fuera el espacio, poder viajar hacia atrás para evitar el presente, pero casi siempre es el futuro el que sale perjudicado. Estos viajes en el tiempo siguen habitando un rincón del cerebro de los más imaginativos, y ni el cine ha conseguido hacer el viaje de ida y vuelta hasta el momento.

Iké Udé. The Face, Cover Girl series, 1994-ongoing. Courtesy of the artist. Iké Udé. Harper´s Bazaar, Cover Girl series, 1994-ongoing. Courtesy of the artist.

El culto al cuerpo, el deseo de no envejecer, de estar, de seguir estando atractivos, marca una sociedad en la que la juventud es un valor que prácticamente cotiza en bolsa. Pero, no nos engañemos, detrás de ese deseo de ser jóvenes y bellos lo que se esconde es la ansiedad de ser queridos, la necesidad angustiosa de que nos miren, de que nos deseen, de no ser vulgares ni transparentes. Una falta absoluta de autoestima y de seguridad en