No sólo los Juegos Olímpicos significan la meta del deporte. A lo largo del año se celebran cientos de campeonatos y pruebas que nos obligan a estar siempre en forma. El deporte es parte de nuestra vida y de nuestra cultura y, desde este enfoque, EXIT #15 Deportes ha planteado este número como una visión desde el mundo del arte, tantas veces en las antípodas del ejercicio físico o de la competición deportiva. A través de las imágenes de los artistas seleccionados y de los textos de una serie de autores se ofrece un análisis sobre el deporte donde conviven historias, críticas, ironías, pasiones, políticas, sociologías, humores, espectáculos…

Después del editorial de Rosa Olivares, Citius, altius, fortius, publicamos y recuperamos un texto del añorado Manuel Vázquez Montalbán, Cien años de deporte, de 1972, en el que repasa la historia sociopolítica del deporte con su habitual lucidez y desde la óptica del ciudadano que mantiene una actitud crítica hacia todos los aspectos que generan una gran influencia social.

El eje central de la revista se articula, a continuación, en 5 capítulos, 5 conceptos deportivos:

EL ESTADIO, el lugar, la arena, la construcción y el acontecimiento de masas, el ritual deportivo es analizado por el escritor y filósofo José Luis Pardo en La regla del Juego.

EL ATLETA, la figura individual del deportista es el punto de partida de Seve Penelas para establecer los paralelismos y contrastes entre artistas y deportistas en Corre artista, corre.

EL EQUIPO, la importancia del grupo y la función del líder, son los motivos abordados por Julián García Candau, uno de los maestros de la literatura deportiva española en su texto, El equipo en el deporte.

VICTORIA Y DERROTA, ganar o perder, la cara y cruz del reto y del estímulo deportivo, en una sociedad en la que participar ya no es lo importante, inspiran a Felipe Hernández Cava en Vencer o morir.

COMPETICIÓN y OCIO, de la mano de Vicente Verdú en Espejismos deportivos, se desarrollan una serie de ideas en torno al deporte como ejercicio socializador cada vez más masivo frente a los mecanismos e intereses de la competición profesional.

Finalmente, un fragmento de la Carta Olímpica, con sus dos capítulos iniciales que proclaman entusiastas las virtudes del deporte, del juego limpio y de los compromisos del COI y de las naciones en pos de la paz y la cultura, sirve de contrapunto oficialista a las ideas expresadas en la mayoría de los textos anteriores.