EXIT #92
Chloé Milos Azzopardi
Los “dispositivos no tecnológicos” son herramientas compuestas a partir de elementos naturales entresacados, ensamblados para imitar los aparatos tecnológicos que pueblan nuestra vida cotidiana. Entre producciones rudimentarias y creaciones de ciencia ficción, estos objetos son tanto prolongaciones de cuerpos como estorbos. Asociados a artefactos inventados cuya utilidad está por descubrir, crean juntos un universo ficticio que funciona como un espejo frente a nuestras fantasías de futuro.
Con este proyecto, Chloé Milos Azzopardi busca generar nuevos deseos, construir imágenes que puedan ser recursos para nuestros imaginarios. ¿Cómo mostrar un futuro alternativo frente a nuestros sueños de un mundo hiperartificializado y tecnologizado? Utilizando la ficción y el juego, la artista investiga otras formas de imaginar vidas aumentadas, creando cyborgs orgánicos cuyo objetivo sería inscribir el cuerpo de otras maneras en el entorno. Utiliza el desvío poético de artefactos que son símbolos del progreso técnico para cuestionar nuestra relación con lo vivo, así como con la desaparición de los “recursos” terrestres utilizados para construir los componentes de nuestros objetos tecnológicos. Al abordar la intervención humana en la naturaleza, nuestra relación con la tecnología y la sobreexplotación del planeta, esta investigación explora otras formas de cohabitación con lo vivo terrenal y abre vías de reflexión sobre lo que podría ser una iconografía de autodefensa ecológica.
Chloé Milos Azzopardi vive y trabaja en una isla a las afueras de París. Su obra se compone de proyectos de larga duración en los que mezcla la fotografía, la performance y la instalación. En la intersección de la fotografía experimental y documental, sus imágenes generan mundos ficticios, cuya extrañeza y sensorialidad se exacerban. Sus investigaciones giran en torno a la ecología, las nuevas tecnologías y la construcción de imaginarios “postcapitalocénicos”. Recientemente ha sido galardonada con el premio “Nouvelles écritures de la photographie environnementale” en La Gacilly Festival y con la beca Lucie Foundation’s Emerging Artist, y ha sido residente en Villa Perochon durante los Rencontres de la jeune photographie internationale, junto con Joan Fontcuberta.