anterior

Todo lo que no sabemos

siguiente
desconocimiento

Aristide Pierre André Brouillet, Lección de clínica en La Salpêtrière

¿Alguno de todos los que están leyendo sabe quién es Eudoxia Estrella? Seguramente no. Yo no sabía nada de ella hasta hace unos minutos que he leído una nota de Dan Cameron en Facebook. Claro que con todo lo que yo no sé se podría construir un mundo paralelo. Pero realmente me asusta tanta ignorancia. Porque cada día descubro un nombre, un artista, un fotógrafo del que no sabía nada el día anterior. Y eso sin contar a todos aquellos, cientos, miles tal vez, de los que sé el nombre, que existen, tal vez haya visto una obra suya alguna vez aunque seguramente sea incapaz de reconocerla como suya. Esos infinitos desconocimientos míos no son jovencitos futuribles, o artistas emergentes que es como se les conoce en el sector, no, nada de eso. Son señores y señoras que peinan canas. Y no cuento a los que descubro después de muertos, claro, para qué perder más tiempo. Por ejemplo Eudoxia Estrella tiene 91 años. Todavía vive aunque ya no pinta, porque ella ha sido una gran pintora, nunca descubierta en Nueva York; pero es que en Nueva York no dan abasto descubriendo artistas que alimenten el mercado, como yo alimento mi chimenea con troncos de madera de desconocido origen. Pero Eudoxia además de pintora es mucho más, como casi todas las mujeres que nunca podemos hacer una sola cosa, entre otras cosas porque nuestros hijos no nos dejan, nuestros amantes nos quitan mucho tiempo y porque en el mundo hay tanto por hacer que no paramos de ordenar, guardar, parir, crear, organizar, escribir, pintar y todo lo que se cruce en nuestro camino y en nuestras necesidades. Somos así, aunque luego nadie nos conozca ni se acuerden de nosotras. Además eso casi siempre nos da un poco igual, porque queremos pensar, en un ataque de romanticismo mal calculado, que nos conoce quien nos tiene que conocer, igual que hemos amado a quien debíamos amar. A pesar de todo. O casi.

Esa zona oscura dependerá de quien la mire o de quien la llene con sus desconocimientos

El caso es que en esa parte oscura del mundo que es donde habita todo lo que desconocemos hay una mayoría de mujeres, y una inmensa mayoría de personas nacidas fuera de los lugares adecuados. Es decir, que nacieron, vivieron y desarrollaron sus actividades en algún país por debajo de los Estados Unidos (donde conocemos hasta lo que no queremos conocer, aunque seguro que aún hay negros y negras, mujeres desconocidas) con nombres como Eudoxia, o Edelmira, o Crisanto.…

Este artículo es para suscriptores de EXPRESS

Suscríbete