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Sólo para tus ojos

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Fotograma de la serie Superagente 86

Con esa frase digna de un poema de amor es como los servicios secretos ingleses y americanos marcan los papeles y documentos secretos, “Only for your eyes”, sólo para tus ojos, para que solamente lo veas tú, nadie más. Siempre me gustó esa sencilla y emotiva frase que guarda tantos y tan diferentes significados, y creo que merece ser empleada en más sitios. Creo que es perfecta para definir, para marcar cualquier manifestación de arte contemporáneo: sólo para tus ojos, para ti, para nadie más. Es decir para muy pocos, como un secreto de estado. Porque son muy pocos, casi una sociedad secreta, los que se interesan y se preocupan por el arte contemporáneo.

La literatura contemporánea tiene muchos lectores, incluso los lectores buscan escritores que no conocen pero que tienen fama de novedosos, buscan los premios Booker, los Pulitzer, que muchas veces, incluso a veces los propios premios Nobel, son textos exigentes, novedosos, dignos de nuestros complicados días. Son traducidos a todos los idiomas. Escritores como Enrique Vila-Matas, por ejemplo, a pesar de la dificultad de su lectura, de su inaguantable cultismo, agrupan a su alrededor premios y miles de lectores, incluso admiradores entregados (yo misma), mientras que artistas plásticos que ya superan los 70 son hoy, a pesar de reconocimientos de última hora, desconocidos ampliamente y por supuesto ignorados por el mercado y por las galerías y los museos asumen que deben exponerlos como un mal inevitable. En música y por supuesto en cine, lo nuevo, lo experimental, si no se puede decir que sea comida para las masas, si es reconocido y respetado. Pero en artes plásticas lo experimental, lo transgresor, lo nuevo , aunque este casi todo hecho hace más de cuatro décadas, sigue siendo motivo de burla y sobre todo de desprecio e ignorancia. Sigue siendo sólo para los ojos de unos pocos, como un juego de espías que se pasan documentos secretos por debajo de la mesa.

Los clásicos si son respetados y admirados: lo bien que pinta Ingres, lo cercano que nos parece Hopper, y que decir de Velázquez o Goya

Naturalmente, igual que en literatura o cine existen los blockbuster, es decir esos artistas, exposiciones, espectáculos, que consiguen que el público y los medios se vuelvan hacia el arte, casi nunca contemporáneo. Y si en literatura son mediocres escritores que hablan de misterios y tramas homicidas o sexuales, y en cine grandes espectáculos intergalácticos, o en música unos ídolos plastificados para consumo adolescente, en arte son los clásicos.…

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