Últimamente solo hablamos de dinero. No es nada raro, ya que cuando menos dinero hay más se habla de él. Es en las crisis cuando todos nos obsesionamos con el dinero, más bien con su falta. Y por eso los records en las subastas, los fichajes de los futbolistas, los sueldos de los políticos, brillan con más esplendor. Es entonces cuando se convierten en problema, porque lo comparamos con el valor de las cosas, con el coste del esfuerzo, con lo que se necesitaría para salir adelante, personas, familias, empresas, proyectos, y es en ese momento en el que nos damos cuenta de que o cambiamos los parámetros o nos podemos volver locos. No hace mucho tiempo se hablaba de las novelas, de la música, del cine, ahora todo está perdiendo su valor real, cambiándolo por el valor de mercado. Cuando no se tiene para comer es difícil sentarse a escribir poesía o un ensayo filosófico. Y acabamos confundiendo el valor con el precio, que no es lo mismo.
Las últimas valoraciones de Hollywood nos dicen que el mejor actor hoy en día es “La Roca”, Dwayne Douglas Johnson, un actor, fisiculturista y luchador profesional estadounidense conocido por su papel como el Rey Escorpión y diversas películas de imposible recuerdo. Naturalmente nadie piensa que esta mezcla de Hulk y madelman sea el mejor actor, pero es el que más cobra, y ese es el baremo: el dinero. El que más cobra, el que más tiene, el más lujoso… ese es el mejor, el más interesante… Esa afición de la humanidad por valorar lo que más rápido sube, sin darse cuenta que eso suele ser el polvo y todo lo inconsistente, nos asemeja a las urracas, pájaros que llevan a sus nidos todo lo que encuentran que reluce, como si fuera oro, pero que suele ser plástico y envoltorios de chuches.
Cuenca, la ciudad de las Casas Colgadas y el exquisito museo de Arte Abstracto español, que no tiene prácticamente ninguna actividad cultural
Y es curioso que sólo hablemos de dinero, porque en España, un país acomplejado y timorato, siempre se ha visto mal hablar de dinero (y de sexo, y de religión…), es de mala educación… aunque en el arte, como en todo lo demás, al final sólo se habla de mercado, de galerías, de competencia, de ventas…, de dinero. Y siendo mal educados y hablando de dinero, no puede dejar de sorprendernos como es en las épocas de crisis cuando se producen las más grandes estafas.…
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