Todo empieza por no saludar al vecino con el que te cruzas en el aparcamiento, ni en la escalera a la señora del cuarto que baja el perro a pasear. No tienen nada que ver contigo, son circunstancias que cambian, no entran en tu vida por ninguna fisura. No te interesan. Ellos no tienen por qué saber nada de ti. En el buzón solo el número del piso, 2ª B ni un nombre, ni un apellido, nada. Con los camareros de los pocos bares en los que te tomas algún café, desayunas algún día que vas con prisa, no hablas, ni siquiera les miras a los ojos. No sabes cómo se llaman ni si son del Real Madrid o del Atlético… no te importa nada y no quieres recordar su cara.
Él no sabe nada de ti, solo serás “una chica seca, un poco antipática, siempre con prisa. No, no tengo ni idea de si vivía por aquí o estaba de paso a otro sitio, un café con leche deprisa, caliente, nada más”. Eso es todo lo que podrá decir de ti si alguien le preguntase.
No existir, no relacionarte, solo con unos pocos, tus amigos, gente que tal vez ni siquiera veas en persona alguna vez. Están en las redes. Amigos virtuales. No existes realmente. Compras online y pides comida por teléfono, pagas con tarjeta, dejas una propina pequeña, justa, ni mucho ni poco, no hablas con el mensajero de nada, ni siquiera le abres la puerta del todo. No te conocen en el mercado ni en las tiendas del barrio. No eres ni siquiera una sombra. No eres espía ni estas ocultando nada, simplemente no quieres tratar con nadie, te bastas tu sola y con ese puñado de privilegiados con los que tratas a veces, cada vez menos, es cierto, te sobra: es una forma de vida cada vez más habitual, nace del rechazo de esa idea de vecinos, cotillas, metomentodo.
Hace 24 años, cuando todo el futuro que hoy es presente era solamente un deseo incompleto
En 1995 se estrenaba The Net (La Red en español) una película dirigida por Irving Winkler (Nueva York 1931, Oscar a la mejor película por Rocky, 1967 y Bafta por Godfellas, 1990), al margen de la trama policiaca y de suspense de la película lo que más me llamó la atención siempre de esta película, entretenida y mucho mejor de lo que puede parecer a primera vista, fue que su protagonista (interpretada por Sandra Bullock) era totalmente invisible, de hecho cuando la hacen desaparecer y suplantan por otra persona nadie se da cuenta, porque nadie sabe quién es.…
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