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Reescribir todas las historias

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Hila af Klint, Cisne nº 17, 1915
Hila af Klint, Cisne nº 17, 1915

Es reciente todavía la sensación de que algo no nos cuadra cuando repasamos la historia, y más reciente aún los intentos de cuestionar abiertamente no tanto los hechos sino si esos hechos fueron los únicos, fueron realmente los más importantes y la eterna pregunta que nadie contesta: ¿no pudo haber sido de otra manera? Porque tal vez, todo sucedió de otra manera, tal vez no todo lo que nos cuentan fue realmente como nos lo cuentan. Es sorprendente para cualquiera con un mínimo de cultura la ignorancia que una gran mayoría de personas, sobre todo de mediana edad y jóvenes, tienen de la historia contemporánea. Los más viejos no tienen esa ignorancia, tienen su experiencia que los condiciona ya lo suficiente, y tienen su olvido, inevitable para sobrevivir a tantas desgracias que se han sucedido en el mundo durante los últimos 100 años.

Esta es una de las razones por las que, ante la ignorancia, el olvido y el desprecio por la duda, el fascismo está regresando a primera fila en tantos gobiernos del mundo (EEUU, Brasil, Italia, Polonia, Rumanía, Israel, Ecuador, Filipinas, Venezuela, Guatemala…). Tal vez, sólo tal vez, deberíamos plantearnos que hay muchas historias, una gran parte de las historias que conforman una gran historia, que son falsas, incompletas, perversas y manipuladoras, que ocultan más que muestran. Tal vez tendríamos que plantearnos reescribir algunas de ellas. Dar otras versiones, igual son tan falsas como las historias oficiales pero, total, también pueden servir.

Los nuevos políticos lo borrarán, todo se tergiversará, cambiará hasta que llegue un momento que haya quien piense que Franco fue un Borbón más

Son muchos, incomprensiblemente, los que niegan el holocausto judío, sin aportar prueba alguna, sólo opiniones incomprensibles. Para otros, muchos de ellos que saben leer y escribir, la tierra sigue siendo plana. Los que niegan que el hombre haya pisado la Luna son legiones, y los que afirman, como si lo supieran por su propia familia, que los humanos descendemos de alienígenas que vinieron a la tierra y exterminaron a los dinosaurios abundan en las redes. Incluso iglesias que apoyan a políticos que ganan elecciones, niegan la evolución del hombre de Darwin y enseñan –en colegios y no hace mucho tiempo– que los dinosaurios fueron el resultado del cruce de hombres y monstruos. Y no voy a entrar en misterios de fe de cualquier religión que son cuanto menos increíbles y se nos han inculcado como una incuestionable verdad.…

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