Puede que quien lea este texto piense que hablo de España y de su mediocre panorama cultural, sobre todo en lo que respecta al subsector artes plásticas. Pero si el texto estuviera escrito en inglés serían muchos los que verían al trasluz los nombres de reconocidos curators y conservadores de museos y freelances. Si fuera en alemán se rascarían detrás de la oreja y dudarían de si era de “su cerveza” de lo que estoy hablando. Elijo el español porque así se pueden mosquear más países, aunque lo que en España es ley, en México es costumbre, en Argentina novedad, en Chile sorpresa y en Brasil… En Brasil son reglas. Es lo que en su día André Malraux definió como “el espíritu del tiempo”: aquellas ideas, actitudes, planteamientos, tendencias que suceden al mismo tiempo en continentes, culturas y coyunturas diferentes. Algo que sucedía ya antes de Internet y de las redes sociales pero que hoy en día, en la era del viaje low cost y del Iphone se ha convertido más que en espíritu en ley.
Tal vez el pecado esté en quien lee y no en quien escribe
También puede pensar algún lector malpensado que este texto no es políticamente correcto y que peca de cualquier fobia que se imaginen. Tal vez el pecado esté en quien lee y no en quien escribe. En cualquier caso, lo que yo quería decir, con respeto y con temor reverencial para todos los que me van a odiar a partir de aquí, es que en ese lugar llamado “mundo del arte”, esa sociedad paralela y transnacional, las relaciones transgeneracionales que incluyen el concepto de resistencia y el de renovación, no funcionan, no se basan en el crecimiento generacional, en el respeto y el aprovechamiento, en la idea de compartir y aprender de los que están antes que uno y que vendrán después de nosotros mismos. No, estas relaciones se resumen en la frase “quítate tú, para ponerme yo”. El reconocimiento y la valoración de la generación anterior, aún en activo, se demuestra alejando a sus componentes de cualquier actividad que se pueda organizar: conferencias, jurados, textos y cualquier otro tipo de actividades que se dirige hacia aquellos que puedan devolver el servicio. La frase resumen sería “hoy por mi, mañana por ti”.
Las relaciones sociales, profesionales, de todo tipo, se establecen siempre en grupos: la familia, los amigos, los compañeros de estudios, las afinidades sexuales… Se establecen lazos de interés para protegerse y reforzarse.…
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