Esta semana se inaugura en Madrid, en las salas del Museo Nacional Reina Sofía, una gran exposición de Carl André. Sin duda se trata de una excelente exposición de un gran artista… pero inevitablemente la primera, la gran pregunta que uno se hace ante esta exposición es ¿Qué fue de Ana Mendieta? El fantasma de esta artista cubana, la pareja de Carl André, muerta a los 37 años, sigue presente en todo lo que tiene relación con el que fue su pareja y sobre el que todavía hoy, 30 años después de su muerte, sigue planeando la duda de su culpabilidad. Ana Mendieta cayó el 8 de septiembre de 1985 desde una ventana del piso 34 de un rascacielos del Greenwich Village en Nueva York. Era la ventana del apartamento en el que vivían Mendieta y André. Ella tenía 37 años. Las continuas contradicciones de Carl André nunca despejaron las dudas sobre su papel en un asunto del que posiblemente nunca se sabrá la verdad. Cuando la policía llegó al apartamento todo estaba revuelto, y tanto Ana Mendieta como Carl André habían bebido en exceso y, al parecer, habían discutido acaloradamente. No era la primera vez. La cara y los brazos de André estaban visiblemente arañados, su llamada a urgencias y a la policía fue cuanto menos confusa, y un vecino aseguró haber oído gritar a Mendieta “No”, varias veces antes de caer desde una ventana lo suficientemente alta como para no hacer creíble un accidente. Carl André fue juzgado, por un juez y sin jurado a petición propia, lo que obviamente no facilitó su intención de ser declarado inocente. No fue declarado culpable por falta de pruebas definitivas. Tampoco fue declarado inocente. A partir de ahí el mundo del arte se abrió en dos: los que apoyaron a Carl André y defendían un accidente e incluso un suicidio de la artista cubana, y los que negaban cualquier posibilidad de suicidio (no estaba deprimida, sino feliz y haciendo planes , y su cadáver estaba en ropa interior) o accidente, y aseguraban que había sido directamente el escultor el que arrojándola por la ventana terminaba una cadena de peleas y discusiones que iban cada día a más en una espiral de violencia y alcohol que inevitablemente anunciaba una tragedia.
Hoy, 30 años después, seguimos queriendo saber qué fue de Ana Mendieta
La realidad es que el stablishment del arte neoyorquino le apoyaría a él, mientras los grupos feministas y radicales, los ajenos, aunque fuese temporalmente, al éxito y a las instituciones, la apoyarían a ella.…
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