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Mis amigos y yo

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Emoji caca

Antes, cuando los niños jugábamos en la calle, cuando te “salvabas” el grito era “por mí y por mis amigos”. Efectivamente, primero yo, pero después mis amigos. En ese apartado de “amigos” entraban amigos y hermanos, primos, novios; tus colegas. Ahora todos somos mayores, la inocencia se quedó enganchada en la rama de algún árbol en el que nos subimos para escondernos, o en el desván en que íbamos descubriendo el mundo, pero la idea de primero yo y luego mis amigos sigue viva y activa. Lo estamos viendo en la política corrupta de unos tiempos en los que efectivamente el que no roba es un gil, y así los concejales de urbanismo conceden obras a sus hermanos, que casualmente tienen las empresas adecuadas, y los embajadores colocan a sus amigos, y los ministros se llevan los amigos a sus negocios o los negocios a los amigos; ya no se bien como era la cosa. Y otros se lo llevan todo a donde pueden, cuanto más lejos mejor. Y claro, los directores de museos hacen lo propio, y los gestores culturales no van a ser menos y al final las culpas las paga un pobre desgraciado que nunca se llevó nada pero tuvo el mal gusto de reírse con un chiste incorrecto políticamente. Hace poco hemos visto el desenlace de uno de los escándalos más largos y más feos del mundo de la cultura en España: el IVAM de Valencia finalmente desalojó, aunque aún sin pena pero sí con gloria, a su sempiterna directora Consuelo Ciscar, después de demasiados años de una historia en la que aparecen modistos, peluqueros, chinos, primos y muchos, muchos amigos. Sobre todo amigos. Pero como la historia la escriben los supervivientes, y esos casi siempre tienen un montón de amigos, resulta que todos quieren cargar sobre ella todos los desastres: corrupción, malversación, compras de obra a un precio muy por encima del mercado, mal gusto, etc. Personalmente creo que su pecado ha sido sobre todo el mal gusto; de casi todo lo demás la culpa la tienen sus amigos.

Todos lo sabemos desde que se publicó esa lista en la que 100 amigos firman aquello de “por mí y por mis amigos”

Los que la han apoyado en un escrito con 100 firmas y sobre todo los que no la han apoyado y la niegan ostensiblemente mientras buscan nuevos amigos allí donde aparezca algún rescoldo de poder.…

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