Cuando se dice “el ganador es…” lo que se está diciendo es que los perdedores son todos los demás. Algunos lectores me están pidiendo que hable de los premios nacionales que se dan en estas fechas, pero hace tiempo que me niego a jugar a ese estúpido juego de los grandes premios, en los que suele ganar alguien que la mitad del sector no respeta o no conoce. Y que al resto de la población no le interesa. Se dan estos premios a unas personas cuyos trabajos y trayectorias nunca les ha interesado a los que hoy les dan el premio, son importantes por la cuantía económica y por significar una pequeña venganza sobre todos aquellos que a lo largo de los años nunca les expusieron, ni hablaron de ellos, los ningunearon e incluso les despreciaron. “¿Y ahora qué dices?, ahora soy el Premio Nacional, te equivocaste”. En el premio se incluye una gran exposición, normalmente era en el Reina Sofia, pero ya no, pues al parecer ser Premio Nacional no es suficiente para exponer allá.
Realmente lo que sucede es que los miembros del jurado tampoco apoyaron nunca a ese premiado de hoy, aunque otras veces el premiado es amigo íntimo, viejo compañero o simplemente amigo del alma de algunos jurados. Y es que con el nombre del premiado habría que añadir “y el jurado ha sido…”.
Sobre los premios nacionales podría contar grandes y escandalosas anécdotas de los jurados, de los ganadores y de algunos que nunca llegaron a ganar; no en vano he sido jurado en diversas ocasiones, hasta un día en el que ya me dio vergüenza y pedí que, por favor, ya no me llamaran más. Pero, tranquilos todos, no voy a contarlas porque creo que hay cosas que es mejor no saberlas, que el decirlas es una vergüenza tanto para el que las cuenta como para los que las protagonizan, y que los que las escuchen no tienen por qué compartir esa vergüenza ajena que, finalmente, es una vergüenza de todos. Y porque siempre hay que guardarse un As en la manga, por si acaso lo necesitas en otro momento.
Es más elegante estar entre los que no ganan, se puede cuestionar, criticar, protestar, estar en desacuerdo, hasta insultar, protestar, despreciar…
Una vez me dijo un artista (que en ese momento se consideraba un perdedor) que “no ganar no significaba haber perdido”. Hoy que ese mismo artista está en la dudosa fila de los ganadores seguramente no diría lo mismo, pero creo que tenía razón, y que el título de esa canción de Abba de que “el ganador se lo lleva todo” es totalmente falso.…
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