anterior

Llámalo por su nombre

siguiente
Simon Vouet, Retrato de niña con paloma, 1620

Simon Vouet, Retrato de niña con paloma, 1620

No lo llames mecenazgo, ni lo llames crowdfunding. Llámalo por su nombre. Sólo hay que ponerse de acuerdo en cuál es ese nombre concretamente. El Museo del Prado cumple 200 años, un gran momento. Para ello han organizado eventos y exposiciones, según sus criterios y gustos, por supuesto no nos han preguntado a nadie. ¡Estaría bueno! El Museo del Prado, una de las pinacotecas históricas más importantes del mundo, es la colección real. Aquí les recuerdo a todos, por si alguien lo ha olvidado, que España es una monarquía. Sí, de esas que al nacer, por la gracia de Dios, el primogénito será tu rey. Tenemos Rey, Reina, Rey emérito, Reina emérita, infantas, Princesa de Asturias, heredera al trono aunque apenas tenga unos pocos años… y su hermana. Además de tíos, primos y sobrinos. Bien, para todos y cada uno de ellos los presupuestos del Estado, de la Monarquía, tiene asignado unos dineros mensuales muy por encima de lo que todos ustedes, queridos súbditos, y yo cobramos. Aunque no está muy claro a qué dedican su tiempo libre cuando no están cazando elefantes, discutiendo con la suegra, haciendo yoga o visitando Arabia Saudí, etc. Por suerte para todos ni el rey actual ni el anterior se preocupan por la colección del Prado ni tienen un pintor en su corte dedicado a cuidar de la colección, porque entonces no sería el Prado lo que es, sino una vergüenza más. Bien, ni la Corona ni la Familia Real dona un euro de sus emolumentos para ayudar al Prado.

Para eso, el Prado tiene sus presupuestos oficiales y una serie de acuerdos con empresas del IBEX que facilitan su supervivencia, con sueldos adecuados a sus especialistas, aunque para el resto del personal el trato laboral hace tiempo que ha dejado de ser del mismo nivel que el del museo y ahora está más acorde con el trato que suelen dar los reyes a sus súbditos. Bien, pues ahora el Prado, imitando a museos de otros países (que no son monarquías hereditarias) hace público una campaña de micromecenazgo para que “te sumes” al Prado y dones desde 5 euros a lo que puedas y así el Prado podrá comprar otra pintura: Retrato de niña con paloma de Simón Vouet para la colección. Ese dinero no significará que podrás entrar gratis al museo, no señores, ustedes seguirán haciendo colas y pagando religiosamente la entrada. Tampoco se les desgravará de sus impuestos… y digo yo ¿por qué solo se imita de afuera lo que interesa y no todo… o nada?

Este artículo es para suscriptores de EXPRESS

Suscríbete