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Skytower en Oblivion (2013), futuro

Skytower en Oblivion (2013)

Todos hemos visto películas de ciencia ficción. Que hablan del futuro. Si pueden aislarse de los temas, las aventuras, los saltos en el tiempo, si pueden aislarse de la sorpresa, la ingenuidad y a veces la locura, fíjense en las casas en las que toda esa gente vive en el futuro. Fíjense en las naves en las que viajan.

Es fácil darse cuenta de que la salud ha evolucionado mucho, y que prácticamente cualquier herida, una amputación de un dedo, una hemorragia, incluso un cáncer, se pueden tratar sin invasión del cuerpo, con unos aparatos maravillosos que operan sin cicatriz, que curan sin dolor y rápidamente. Brazos y dedos amputados vuelven a crecer, como dijo Miguel Hernández, el poeta, pero no crecen para la libertad, sino por la ciencia. También es obvio que su ropa se limpia sola, que los tejidos son nuevos y resistentes, con calefacción y refrigeración autónoma…

Las casas futuras son limpias y silenciosas, automáticamente regulan la luz, el frio y el calor, los electrodomésticos, no hay cables a la vista ni suciedad… Pero, fíjense bien. Apenas hay cosas. Por supuesto nunca hay libros ni estanterías, apenas muebles, ningún cuadro en las paredes… alguna cosa que puede ser una escultura o una lámpara, no se deja claro. No hay ceniceros, ni adornos, ni cerámicas, tal vez los más pobres, los pueblos conquistados. Pero no, los evolucionados que dominan la tecnología y se comunican de formas inverosímiles, que tienen aparatos como si fueran rayos V que pueden regenerarte el cuerpo entero, pero que no tienen nada relacionado con esa parte de la creación estética actual que conocemos como arte.

Todo ese mundo está desapareciendo mientras miramos para otro lado

¿Será así el futuro? Viviremos en casas integrales que, en sus paredes, invisibles, ocultarán todo lo que necesitemos, y el resto… el resto, lo que no necesitamos, simplemente desaparecerá. La tecnología será el tema y el diseño la forma. No habrá papel y todo lo realmente importante, y supongo que el porno también y toda la violencia habitual, estará debidamente digitalizado. Las fotografías serán hologramas. No sabemos muy bien qué haremos en nuestro tiempo libre. Parece claro que todo lo que sea humanidades irá desapareciendo de los estudios, la historia para qué, el arte es inservible, la filosofía… estas materias serán el lujo para unos pocos, las clases más altas o sus hijos más rebeldes.  Pero todas esas cosas que conservamos, todo lo que vamos guardando a través de nuestras vidas, en los cajones del despacho, en las estanterías, entre los libros… todo ese mundo desaparecerá para siempre con nosotros.…

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