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La importancia del cuerpo

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cuerpo

Gerhard Richter. Ema, 1966.

Parece mentira pero en una sociedad donde se admiten los divorcios, las parejas de hecho, las parejas homosexuales, la libertad de culto, de sexo… la libertad en general, aunque bien es cierto que no en todas partes; en una sociedad, quiero decir, en la que las redes sociales unen y facilitan todo tipo de contactos, resulta que sólo vale lo virtual, lo ficticio, lo imaginario. Aquí, en esta sociedad aparentemente sin prejuicios, abierta, moderna, sin límites físicos ni morales, pues resulta que un solo cuerpo, silencioso y desnudo sigue siendo un problema.

Gracias nuevamente, señores de Facebook por reconocer que el arte existe

Ema desnuda, bajando una escalera, por suerte para ella y para su autor Gerhard Richter, no es una foto, es una pintura (vaya, los dioses de Facebook saben de arte y finalmente distinguen entre una escultura o una pintura y una foto), una obra de arte y por lo tanto piden disculpas por haberla eliminado de sus redes y prometen volverla a poner en su sitio. Gracias. Gracias por ser tan comprensivos, y aunque Ema es una mujer real, y su cuerpo también, y haya sido una vez una fotografía antes de volverse pintura y, por lo tanto obra de arte, aceptan que su rotundidad corporal no es un pecado, o ¿cómo se dice ahora?, un peligro tal vez para personas que ven violencia, asesinatos, violaciones todos los días por la televisión, reales o ficticias, es decir, siempre reales, pero a las que un cuerpo simplemente bajando unas escaleras les puede perturbar. Es como reconocer que el arte perturba. Gracias nuevamente, señores de Facebook por reconocer que el arte existe, que es importante, que altera nuestra conducta, que perturba nuestro entendimiento.

Nuevamente la estupidez y una moralidad enferma topan con la realidad de los cuerpos. Cuerpos desnudos, en su propia y natural esencia, tal y como somos: cuerpos desnudos. Rotundos, jóvenes o viejos, todos tenemos cuerpo, un cuerpo desnudo que cuidar, que querer y respetar, que compartir y que mostrar libremente. Y creíamos que ahora éramos, podíamos ser, más libres y entonces llega Facebook, abanderado de todas las libertades y nos dice que no, que sólo si somos pintura o escultura, que sólo si somos obra de arte (¿todas las pinturas y esculturas lo son?) pero no si somos foto o si somos reales. Primer axioma: la fotografía no es arte; segundo axioma sólo la representación puede mostrarse, nunca lo representado.…

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