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La carga de los Mamelucos

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Agentes antidisturbios cargan contra un joven manifestante durante la concentración del 25-S (detalle). Foto: Sergio Pérez.

La pintura de batallas, de enfrentamientos entre ejércitos bien armados y el pueblo airado que defiende sus ideales, o reivindica sus derechos, viene desde el origen de la pintura. Un ejemplo básico es el cuadro de Francisco de Goya La carga de los Mamelucos, pintado en 1814 una vez concluida la Guerra de la Independencia española, y que junto con Los fusilamientos de la Moncloa y Los Desastres de la Guerra, forma el bloque de obra de Goya sobre la violencia y el disparate enloquecedor de la guerra. Después ha sido la fotografía, bien de prensa bien documental, la que ha puesto la barbarie, la injusticia, el abuso de poder y la violencia en imágenes que hemos podido ver todos. Imágenes que se han convertido no sólo en revulsivos sociales, en cantos a la justicia y al orden, sino también en gritos de vergüenza y, en muchas ocasiones en obras de arte.

A los ejércitos y a los cuerpos represores no les gusta que les pinten ni que les saquen fotos, tal vez por eso cada vez se tapan más, se ocultan detrás de sus uniformes de la Guerra de las Galaxias, para poder machacar con su violencia y desdén a ese pueblo desarmado que sale la calle a defender sus derechos. Francisco de Goya supo expresar, de una forma que hoy en día sigue sirviendo, toda la carga de rabia y violencia que llevó a la explosión de las clases populares que se encontraban en Madrid a salir a la calle armados con lo que encontraron a luchar contra un ejército que en aquel momento era considerado la élite de las fuerzas armadas. Los Mamelucos eran la tropa formada por soldados mercenarios egipcios del ejército de Napoleón. El ganador del enfrentamiento, como siempre que se enfrentan ejército y pueblo, fue el pueblo. Desde entonces “mameluco” es también un insulto que quiere resaltar la brutalidad y la fuerza, junto a su escasa inteligencia, de una persona que actúa de una manera violenta.

En el cuadro de Goya un soldado mameluco cae muerto en el centro del cuadro, y la ira del pueblo se desata

Cada día vivimos en el mundo moderno cargas de “mamelucos”, tanto en Asia como en Mali, como también en España. Porque la violencia tiene la misma cara en todos los países, en todas las culturas, en todas las épocas. La misma cara que Goya pintó tan bien: unas asustadas y otras llenas de ira.…

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