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Infiltrados

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Robert Mapplethorpe, Derrick Cross, 1983

James Hart Stern, un activista negro de 54 años, es el nuevo presidente del Movimiento Nacional Socialista (NSM, por sus siglas en inglés), uno de los mayores grupos antisemitas y racistas de Estados Unidos. No se trata de una película de Spike Lee (Infiltrados en el KKK) sino de lo que es, sin duda, una de las noticias más increíbles que pueden suceder. Este señor de color negro ha conseguido ser nombrado presidente de uno de los movimientos más racistas de EE.UU. (lo que sin duda es ser muy racista) cuyo objetivo principal es “lograr un país solo para blancos”. El objetivo de Stern es destruir este movimiento y obligarle a desaparecer ahogado por multas millonarias. Es, sin duda, el mejor infiltrado del que tenemos noticia y demuestra que la imaginación es siempre menos arriesgada que la realidad.

Los infiltrados son esenciales en el desarrollo de la historia: unos han sido tachados de traidores, otros de héroes. El Nazismo tuvo también sus infiltrados entre sus filas, incluso intentaron asesinar a Hitler varias veces sin conseguirlo. Por lo general, estos infiltrados, tanto en la política como en la guerra o en las mafias delictivas, suelen ser descubiertos y eliminados… o no. Algunos acaban por creerse el papel que representan y se convierten en el enemigo, líderes mafiosos, espías dobles y triples, no te puedes fiar claramente de nadie.

Ahora que vivimos en tiempo de elecciones, al parecer en todo el mundo, los traidores afloran como el aceite en el agua, socialistas se pasan al centro derecha, políticos de centro derecha se alían con la extrema derecha, las izquierdas se mueven hacia un centro izquierda… ¿Quién dijo que el centro no existe? Realmente parece que es el territorio más ancho e inexplorado, donde todos cabemos, infiltrados y traidores incluidos.

Cuando repites una mentira muchas veces acaba convirtiéndose en una especie de verdad, Trump, Bolsonaro, las extremas derechas en general lo han hecho siempre

Pero si nos parece increíble que un negro se infiltre en un grupo racista y supremacista blanco hasta llegar a la presidencia, tendremos que aceptar que todo es posible. De alguna manera la vida está llena de estos desplazamientos que empiezan por pasarse de la fotografía al video y acaba convirtiendo a un artista en galerista, a un director de museo público en comisario de ferias privadas, y a un director de museo progresista en otro conservador y amigo del poder de la derecha mientras se infiltra en la izquierda.…

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