Hoy 19 de diciembre de 2016 es un día como otro cualquiera. La guerra sigue en Siria, en Sudán, en Somalia… y en otros muchos lugares. Nada nuevo, y los diarios e informativos ya apenas dicen nada. En Turquía un individuo ha asesinado en la inauguración de una exposición de fotografía en Estambul al embajador de Rusia en Turquía. He visto en internet como caía el embajador y el pistolero, pistola en mano, gritaba “Alá es grande” y mucho más que ya no he podido entender. Un muerto más no importa demasiado, pero por menos se han desatado guerras mundiales. En un mercadillo de Navidad en Berlín, un camión ha embestido contra decenas de personas que hacían sus compras o simplemente paseaban. A estas horas al menos hay 9 muertos. Parece ser un ataque terrorista del ISIS. Al margen de esto, inundaciones en el sur, muertos por el narcotráfico en México… Y todo lo que no nos cuenta nadie que pasa en el resto de un mundo pequeño pero no tan conectado, del que sólo nos interesan algunas noticias, algunos lugares, algunos muertos. Ya los refugiados han pasado a la cuarta o quinta página de los diarios y en la TV no aparecen, ya sabemos de qué va la cosa, no hay nada nuevo. Los cristianos, católicos y toda esa gente piadosa que adorna sus casas por Navidad y ponen un Belén, deberían recordar que Jesús, Maria y José eran refugiados que huían para salvar la vida (y esa huida sí que generó miles de imágenes), como los que se ahogan en el Mediterráneo y son golpeados por las “fuerzas del orden” en las fronteras de países, muchos de ellos muy católicos, que se preparan para celebrar estas fiestas que en origen fueron simplemente religiosas. Pero no pasa nada, los intelectuales siguen a lo suyo, que si la epistemología, que si la post verdad, que si el neoconceptualismo, que si el mercado no es justo, que si Jeff Koons ya no es lo que fue. En fin, que el mundo sigue girando sobre su propio ombligo que no es el Sol ni la Luna, sino la miseria humana, la ceguera del que no quiere ver, y del que nada le importa.
Entre otras muchas cosas se decía que después de la Guerra Mundial los artistas se alejaron de la figuración, de la representación de la realidad
La vida sigue y yo debería escribir de arte, de algo al menos cercano al arte.…
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