anterior

El club de las mujeres invisibles

siguiente
Premio Nacional

Laura Torrado. Masculinos III, detalle, 2003. Cortesía de la artista

Esta semana se entregan los Premios MAV 2011. Se premia a tres mujeres con trayectorias excelentes en el mundo de la cultura: una artista, una galerista y una investigadora. Se trata de un reconocimiento que viene de las mujeres que estamos en este sector de las artes visuales, y es por esto que me parece especialmente interesante la personalidad de las tres mujeres ganadoras.

Son además tres personas que pueden servir de perfecto ejemplo para demostrar que las mujeres seguimos siendo prácticamente invisibles en la sociedad actual. Y además son una prueba efectiva de que el trabajo por sí mismo no parece ser suficiente para confirmar la validez y la importancia de cada uno de nosotros. En primer lugar Evelyn Botella, fundadora y directora de la decana galería de arte de Madrid AELE, refundada recientemente como Galería Evelyn Botella y que cumplía treinta años como galerista hace apenas un año. Sin excesivo ruido, sin homenajes, sin declaraciones estrambóticas y sin hacernos creer que le debíamos nada. Ella inicia su andadura como galerista en 1972 con una galería dedicada en principio al arte latinoamericano que inmediatamente se pasó a un internacionalismo lógico en una mujer nacida en Nueva York de padre suizo y madre francesa, casada con un español. Amiga de Juana Mordó, inevitable en aquellos momentos en un Madrid pacato y de espaldas al mundo. Su galería fue pionera en Art Basel, junto con Elvira González y Juana Mordó, conocida internacionalmente y defensora del arte y de sus artistas, a los que ha sido fiel durante estos treinta años. Como mínimo.

Pero cuando se habla de galeristas esenciales, históricos, de personas imprescindibles para reconstruir una historia del galerismo profesional en España, parece que su nombre se olvida, que su trabajo en silencio, con seriedad y con una actitud siempre del lado de los artistas, no puede competir con estar en la cresta de la ola, con los artistas de moda, en las cenas y saraos en los que se ven y se desean los famosos y los poderosos.

Nunca ha ganado el premio Nacional de Artes Plásticas, aunque haya sido propuesta en varias ocasiones, porque era una desconocida

Eugènia Balcells ha conseguido prácticamente todos los reconocimientos y premios que una extranjera puede conseguir en los Estados Unidos durante sus largas estancias en ese país. Una de las primeras mujeres que ha trabajado en España con el vídeo y con el cine como obra de arte, una artista cosmopolita e internacional, pero olvidada en su país, aunque puntualmente haya expuesto en los principales museos del Estado.…

Este artículo es para suscriptores de EXPRESS

Suscríbete