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Deseos

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Jenny Holzer, Protect, protect
Jenny Holzer, Protect, protect

Pedía Jenny Holzer que la protegieran de sus propios deseos (Protect me from what I want, proyección pública 1990). Si con los Beatles y los Rolling Stones más de una generación aprendió inglés, con los aforismos (truisms) de Holzer mas de uno se empezaría a cuestionar ciertos peligros ocultos dentro de nosotros mismos.

Soñar es gratis, pero eso no quiere decir que sea inocuo. Puede tener varios efectos secundarios. Con el deseo pasa lo mismo. De hecho, el deseo no deja de ser un sueño que creemos que puede hacerse realidad. Se trata de lo que queremos. De eso que no tenemos pero que queremos tener: un deseo, un sueño. Martín Luther King basó en un sueño su discurso más famoso, haciendo de esa frase, “Yo tengo un sueño” (“I have a dream”, dicha en Washington el 28 de agosto de 1963) una cita y también un hito en la lucha por los derechos civiles de toda una raza. Tiene un sueño de igualdad y de justicia, pero no usa la palabra deseo; no dice “tengo un deseo”, al hablar de la justicia. No desea, sueña con lograr ese triunfo de igualdad.

Solo a través de los sueños, como en un “yo no fui, yo no soy, por eso lo cuento”, hablamos de los deseos de ese territorio que se podría asociar con el deep internet, el internet profundo, ese territorio oscuro

Soñar es, sin duda, más adecuado para la literatura que desear, que es más imperativo, más urgente, más carnal. Tal vez por eso el deseo esconde un peligro del que tenemos o tienen que protegernos. En el deseo siempre hay una sombra sexual, una sombra de algo inconfesable y peligroso. El sueño es solo nuestro inconsciente, realmente no podemos sentirnos culpables ni responsables de nada; a través del sueño se nos desvelan los grandes misterios. Las apariciones divinas de la Biblia son una suerte de sueños que convierten al que los sueña en mero transmisor de los deseos, más bien de los mandatos, de un ser superior.

Nuestros deseos pueden ser interpretados (una interpretación es como una traducción: tiene algo que ver con lo que significa, algo que ver con lo que el traductor piensa y algo que ver con el azar) como la manifestación de nuestros deseos, inconfesables, tal vez sucios o peligrosos. Solo a través de los sueños, como en un “yo no fui, yo no soy, por eso lo cuento”, hablamos de los deseos de ese territorio que se podría asociar con el deep internet, el internet profundo, ese territorio oscuro, sin reglas, peligroso, en el que todo puede suceder.…

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