anterior

Cómo distinguir una obra de arte de una fotografía

siguiente
fotografía

Edith Piaf y Marlene Dietrich por Nick de Margoli para París Match.

Desde que Oliver Sacks nos explicó que había un hombre que confundió a su mujer con un sombrero, sabemos que cualquier cosa es posible. Con tantos años en el mundo del arte tenemos la experiencia de que hay muchas pinturas, esculturas, dibujos, fotografías y todo tipo de actos, objetos y pensamientos que se han confundido, se confunden y se confundirán con una obra de arte hasta el punto de que llegue el momento en que no sepamos definir claramente las diferencias y aceptemos que una obra de arte puede ser cualquier cosa y nadie pueda decir claramente qué es realmente una obra de arte. Me centraré en la fotografía, esa técnica maravillosa cuyo objetivo esencial fue democratizar el arte, hacer que cualquiera pudiera tener su propio retrato en su casa como si fuera un noble o un rico mecenas, y que, finalmente, ha conseguido que todo el mundo, incluso sin haber manejado nunca una máquina de fotografía, se considere un fotógrafo y, por extensión, un artista. Circula por Facebook un post que viene a decir que Instagram nos ha hecho creer que todos somos fotógrafos, Facebook que tenemos muchos amigos y que el despertar a la realidad iba a ser muy duro. Porque la fotografía ha pasado en unas pocas décadas de ser negada como arte por museos, historiadores, artistas e incluso por los propios fotógrafos a convertirse en un arte generalizado y sin fronteras. Pero debemos decir que una fotografía bonita no es una obra de arte, y una fotografía ocurrente tampoco lo es necesariamente. Una fotografía impactante tampoco. Que la diferencia entre un documento y una obra de arte es casi la que hay entre su mujer y su sombrero. Claro que una pintura de unos caballos corriendo por un bosque imposible o un amanecer bellísimo, tampoco es una obra de arte. Que ni la artesanía, ni el documentalismo, ni los archivos, ni la fotografía de prensa, ni los retratos de famosos… Son obras de arte… O tal vez sí.

La obra de arte es algo resbaladizo, porque tal vez un cuadro excelentemente pintado, bello y armónico, no sea una obra de arte

Según diversos artistas con los que a lo largo del tiempo he hablado de este delicado tema, el arte no es la facilidad ni el dominio de la técnica, sino la intención que hay detrás de la obra. Para algunos el arte es aquello que nos hace repensar en la organización del caos, lo que nos convulsiona, lo que nos aboca a la duda, aquello que de alguna manera cambia la percepción de la realidad que teníamos antes de contemplarla.

Este artículo es para suscriptores de EXPRESS

Suscríbete