Está el mundo del arte alborotado. Al parecer se ha vendido una banana de un artista italiano, una edición de tres, por seis millones de dólares. ¡Qué escándalo! ¿Dónde vamos a llegar? Les recuerdo a todos, simplemente, que hace ya tiempo que llegamos a la pura mierda, eso sí, de artista. Motivos de escándalo en el puritano sector del arte nunca faltan. En España, hablando de puritanos, el escándalo es que el retrato oficial de los reyes lo ha hecho una fotógrafa americana (judía, añadiría yo), Annie Leibovitz, que ha cobrado una cifra de 137.000 euros, por las dos que vienen a ser una sola cortada por la mitad. Me parece una ganga comparado con una lata de mierda de 30 gramos1Piero Manzoni, Merda d’artista, agosto de 1961, obra de la que hay 90 copias en diferentes colecciones, entre ellas en el MoMA de Nueva York. Está catalogada como escultura y obra conceptual. Material: lata de acero y excremento humano. Sus medidas son 4,8 x 6 cms., y tiene un peso de 30 gramos. La cifra más alta pagada por un ejemplar, según Wikipedia, es de 270.000 dólares, aunque en su lanzamiento se le puso el mismo precio que su peso en oro. Su contenido puede ser simplemente yeso, y no mierda de artista —supuestamente del propio Pero Manzoni—, aunque nunca se ha abierto ninguna de esas 90 latas, lo que rebajaría mucho su valor. Y como son de acero no se puede ver su interior con rayos X ni escaneo. o con un plátano que se pudre en tres días a lo máximo. Leibovitz, una de las fotógrafas más caras y también más peseteras del mercado, les ha debido hacer una rebaja pues al parecer ya que estaba aquí ha fotografiado al director del Banco de España y a algunos políticos más… El paquete siempre es más barato, como en las bodas, por el mismo precio fotografían a los novios y a la familia entera.
No sabemos si el escándalo es por lo que ha dicho o simplemente por decirlo
Es curioso que un colectivo educado, con sensibilidad, y acostumbrados a todo tipo de situaciones bizarras, se escandalice por estas tonterías, todas ellas repetidas en el tiempo, todas ellas marcadas por el dinero, y por una actitud ignorante y pacata. Y que, sin embargo, nadie se escandalice porque pocos artistas hablen sobre política. La política de verdad: la guerra de Ucrania, por ejemplo, que lleva ya dos años para tres, en la que se ha destruido una gran parte del patrimonio artístico del país, incluido el museo de María Prymachenko, y nadie se siente aludido.…
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