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A destiempo

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Erdal Yazici, Pan y Leche, 1989
 

La fotografía está llena de trampas. Miramos y creemos ver una historia, y en realidad es otra, que tal vez pudiera ser la misma, pero en otro tiempo, en otro lugar. Con otras voces. A destiempo. Es como realmente se construye la realidad con la vista, los oculistas y oftalmólogos me lo han explicado: una cosa es lo que los ojos realmente ven y otra es la imagen que llega al cerebro. Esa imagen que viaja hasta nuestra mente se construye en parte por lo que realmente vemos y en parte por la memoria retiniana, esa memoria que hace que le construyamos un contexto a partir de la experiencia visual, de lo que ya hemos visto otras veces, de lo que ya conocemos y guardamos más allá de la retina. Cuando fui al oculista por primera vez, este le dijo a mi madre que, si veía a mis hermanos al otro lado de la calle, no les reconocería porque mi miopía impediría una imagen clara de ellos. Mi madre no se lo creyó, por supuesto… pero me puso gafas.

Sería en ese viaje al centro de mi cabeza donde la imagen se iría formando de forma definitiva

Más adelante, otros oftalmólogos me aclararon que sí, que les reconocería porque la imagen borrosa que realmente vería se encajaría en la que ya tenía guardada de ellos hasta que los contornos y los detalles se aclararan y sí, finalmente, los reconocería, porque ya los conocía. Sería en ese viaje al centro de mi cabeza donde la imagen se iría formando de forma definitiva. Y eso pasa también con las fotografías que vemos, que de alguna manera ya nos las sabemos, y aunque sean otras al final del viaje, nuestras cabezas les crean un contexto, una explicación, una historia que no es la suya, aunque pudiera ser parecida, pero en otro lugar y en otro tiempo. En una vida paralela. A destiempo.

a destiempo exit express
Erdal Yazici, Pan y Leche, 1989

Cuando hace unos días me topé en Facebook con esta imagen de un niño que lleva un pan y una botella de leche, en una calleja, en blanco y negro, con su sonrisa y su rapado de pelo, lo que yo vi fue una foto de un niño de la posguerra mundial, posiblemente en una callejuela de París, que volvía a su casa tan contento con el mandado de la compra: pan y leche. En mi memoria retiniana estaban vivas las imágenes de Robert Doisneau, que en 1953 fotografiaba a un niño con una baguette en París, volviendo a casa con el pan, en blanco y negro.…

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