Wout Berger

Cuando abro los ojos

Por la mañana, cuando abro los ojos, lo primero que miro es el lago IJsselmeer y la luz: siempre iguales, siempre diferentes.

Llevo más de treinta y cinco años siendo fotógrafo. Llevo más de treinta y cinco años viviendo a orillas del IJsselmeer. Cuando abro los ojos por la mañana, lo primero que veo es el lago. A veces le saco una foto, pero verlo de verdad es otra cosa. Hasta que un amigo no me dijo: “Vives en tu objeto de estudio”, no caí en la cuenta de ello.

Coloqué un trípode en un punto fijo frente a la ventana del dormitorio y empecé a mirar. Al principio, das gracias cada vez que pasa un velero. Cada cielo intenso, una fotografía. Pero enseguida empiezas a evitar que las distracciones se metan en el encuadre. Es lo que termina haciendo cualquiera que esté abierto al objeto de estudio. Ya no fotografío veleros. Tampoco pájaros ni personas. Sí que tomo imágenes de las olitas, de los bancos de niebla, de la lluvia y de las nubes. También esos elementos pueden suponer una distracción; pero sus formas son casi siempre amorfas, transparentes, húmedas. Apenas tienen color propio, sino que toman el de la luz que les llega y lo reflejan.

Sesenta fotografías en total: juntas, conforman mi IJsselmeer. Ninguna es más bonita que las demás. Si empiezas a mirar las imágenes de esa forma, te pierdes en cuestiones estéticas. Yo no persigo la estética. Quiero fotografiar el viento, la luz, elementos que no conocemos más que por sus manifestaciones. El viento no se ve; ves una ola. La luz no se ve; ves la nube que capta la luz. Sin embargo, sigo queriendo plasmar el viento y la luz y lo hago mirando, una y otra vez, el mismo objeto de estudio situado, una y otra vez, en las mismas coordenadas.

Wout Berger: Cuando abro los ojos por la mañana, lo primero que veo es el lago. A veces le saco una foto, pero verlo de verdad es otra cosa

Las diferencias entre unas imágenes y otras pueden ser pequeñas. Entre dos fotografías que parecen casi idénticas puede que haya transcurrido un mes.…