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Francesco Jodice

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Francesco Jodice. Tokio Baburi series, 2008. Courtesy of the artist and galería Marta Cervera, Madrid

Un documento

Llevamos mucho tiempo acostumbrados a pensar que un documento lo es si conlleva un grado de credibilidad, algo que lo certifique como tal, en el caso de una fotografía podría ser su negativo, en el caso de una noticia sería su fuente. Pero estas revueltas iraníes nos han mostrado una especie de subversión del proceso, nunca antes había estado tan claro que para documentarse fuera necesario eludir las fuentes oficiales y fiarse de aquel flujo ininterrumpido que las palabras de Twitter transformaban en un fresco en pleno proceso de elaboración. ¿Y las fotografías?

El 17 de diciembre de 2010, Tarek Bouazizi, un vendedor ambulante de fruta y verdura, se prendió fuego delante del edificio del gobernador local de la ciudad de Sidi Bouzid, en el centro norte de Túnez. Es el gesto que dio inicio a los tumultos que arrollaron muchos países del mundo árabe, tanto en el norte de África como en Medio Oriente. La historia de los conflictos es también la historia de los documentos, de testimonios que nos han llegado y también es la historia de los medios (tecnológicos y culturales) que nos las han contado. Las ilustraciones del atentado al archiduque Francisco Fernando en Sarajevo, la fotografía de Robert Capa del miliciano herido en la Guerra Civil Española, la película de 8 mm de Abraham Zapruder del homicidio de Kennedy, la cinta de vídeo con la paliza que la policía de Los Ángeles dio a Rodney King, nos han acostumbrado a hacer coincidir la narración de la historia con la tecnología y la cultura visual que la han documentado. Pero cuando se inicia la revolución de los jazmines algo está cambiando en el uso de la tecnología y en la filosofía de la comunicación. El imaginario fotográfico de la revolución en las plazas de estos países nos llega no solo a través de fotorreporteros profesionales sino, y por primera vez de una manera tan intensa, también y sobre todo a través de los testimonios de los propios participantes de las manifestaciones populares. Se trata de una producción fotográfica dotada de características específicas y revolucionarias por lo que tal vez valga la pena hacer un glosario:

La historia de los conflictos es también la historia de los documentos, de testimonios que nos han llegado y también es la historia de los medios (tecnológicos y culturales) que nos las han contado

Francesco Jodice. Tokio Baburi series, 2008.

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