post_type:dossier
Array ( [0] => 98579 [1] => 98580 [2] => 98581 [3] => 98582 [4] => 98583 [5] => 98584 [6] => 98585 [7] => 98586 [8] => 98587 [9] => 98588 [10] => 98589 [11] => 98590 [12] => 98591 [13] => 98592 [14] => 98593 ) 1
size_articulos_ids: 15
Current ID: 98582
Current pos: 3
Articulo anterior: Jacinthe Lessard-L.
Articulo siguiente: Michel Campeau
prevID: 98581
nextID: 98583
anterior

Esther Shalev-Gerz

siguiente
Shalev-Gerz

Esther Shalev-Gerz. The Last Click installation in Brunswick, Germany, 2011. Courtesy of the artist.

La arqueología de la cámara. The Last Click

Comisariada por el Museo de Fotografía de Brunswick (Alemania) en 2010, en esta obra Shalev-Gerz hace un guiño a la ciudad como centro de producción de las veneradas cámaras de fotos Rollei. The Last Click refleja el paso de la producción y el consumo de las cámaras analógicas a las digitales. A través de los múltiples elementos de su trabajo, la artista acerca el objetivo a lo que, durante años, ayudó a construir recuerdos y retratar el tiempo.

Illustration
Esther Shalev-Gerz. The Last Click, 2011. Courtesy of the artist.

La idea del proyecto es mostrar dos situaciones: por un lado, la artista visitó las fábricas de Rollei, cada vez más vacías de presencia humana o mecánica; y por otro lado invitó a gente que quería deshacerse de su cámara a que compartiera historias sobre la misma y reflexionara acerca de su última imagen.

Veinticinco personas aceptaron participar en el proyecto. Esther Shalev-Gerz editó un video de estos encuentros, creando un fenómeno colectivo a partir de historias individuales. El video captura también pequeños gestos poéticos: la manera en que se coge la cámara, la forma en que se abre, se cierra y se maneja.

Illustration
Esther Shalev-Gerz. The Last Click installation in Brunswick, Germany, 2011. Courtesy of the artist.
Illustration

En la fábrica de Rollei la artista cede el protagonismo a una Rolleiflex; en sus imágenes, la Rollei vacila sobre las largas patas del trípode a través de los talleres y, en un desplazamiento panorámico, retrata el vacío a su alrededor. Organizadas en secuencias, las imágenes parecen fotos fijas de películas, pero son fotografías individuales. Lo único que se mueve es la cámara errante. Tanto el “visitante” como la cámara que captura su visita son Rolleiflex, pero esta última está equipada con un respaldo digital. El resultado es la alta resolución fotográfica de las imágenes. En la calle, fuera del museo, suenan los clics de las cámaras que participan y que, sin embargo, no llegan a verse.…

Este artículo es para suscriptores de ARCHIVO

Suscríbete