Copos de nieve | Micro
Los copos de nieve son todo lo que de mí soy yo solo: mi humor, mi salud, cómo dormí la noche pasada y mi próxima cita, mi historia personal. Los copos de nieve se acumulan. Mi percepción se construye con los materiales de mi vida. Una vida entera de recuerdos, esperanzas, alegrías, decepciones y pérdidas. La nieve llega a las rodillas. Mi orgullo y mis deficiencias. Todos son parte de mí y todos son los mismos y son todos diferentes y nosotros somos todos los mismos.
El sencillo copo de nieve cayendo de las nubes es la información cruda que experimento con mis sentidos, pero en mi mente construyo una percepción única de mi experiencia del mundo exterior. Construyo un mundo con el material que tengo disponible, mi calavera es un iglú. Dentro de esta calavera viviente el mundo existe; el mundo como lo percibo, construyo el mundo dentro de mi calavera cada minuto de mi vida, ésta es mi esfera. El arte es la conciencia humana teorizando sobre sí misma, y sobre sí misma en el mundo que ha creado. La idea de que el arte puede o debe dar las respuestas lleva a una mirada empobrecida de la realidad de la conciencia humana. El arte refleja y plantea cuestiones sobre nuestra percepción. Las respuestas, si son posibles, implican finalidad. Estamos buscando el cambio, y el infinito. Dentro de nuestros cráneos, cada minuto de vida, el mundo es desarrollado por su habitante. Los copos de nieve, cada uno tan delicado, comienzan a hacerse pedazos en el momento en el que salen de las nubes, demasiado pesados para estar en el cielo más tiempo. Se rompen en otros copos al caer, fundiéndose y fracturándose y sublimándose. Simples y complejos, son todos los mismos y todos son diferentes, cristales hexagonales que crecen en ramas de su molécula de H2O de seis caras, son las piezas que forman la percepción de tu vida. Cada una de ellas que construye ese iglú vivo en tu cabeza donde el mundo se construye.
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