Waterworks
La construcción de la red de abastecimiento de agua de la ciudad de Nueva York comenzó en la década de 1830; tras varios grandes incendios y el descubrimiento de que el agua potable era una herramienta importante para prevenir epidemias, la ciudad trajo agua del norte, del condado de Westchester. Brooklyn, que en aquel entonces era una ciudad independiente, también construyó un sistema de pozos y pequeños embalses al este, en Long Island. Aunque la red neoyorquina creció y fue añadiendo embalses en Westchester, nunca parecía ser suficiente para una población que crecía con rapidez. La ciudad de Nueva York planeaba llegar más al norte, hasta las montañas de Catskill, y ese suministro fue una de las razones por las que Brooklyn, que también necesitaba más agua, se fusionó con Nueva York en 1898 para establecer los límites urbanos actuales. Hoy en día, la red consta de diecinueve embalses y suministra diariamente unos tres mil millones de litros de agua, que llegan a Nueva York por tres acueductos y se distribuyen por la ciudad mediante tres túneles, dos más antiguos y uno más nuevo (que aún está en construcción).
Yo fotografié la red entre 1993 y 2001, hasta poco antes del 11-S. Aunque el gobierno municipal intentó impedir brevemente que viera la luz, el libro (Waterworks) se publicó en 2003.
Desde entonces, en paralelo a otros proyectos, he vuelto a acercarme a la red neoyorquina de otras formas: he rastreado la ruta de los túneles de abastecimiento de agua por la ciudad y he buscado las estaciones de bombeo de aguas residuales que rodean Nueva York, a menudo ocultas a plena vista y otras veces bajo tierra, señaladas a pie de calle por unas pequeñas estructuras.
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