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Silvia Gruner

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Silvia Gruner. Estudio Nueva York, 2000. Fotografía color, 50 x 60 cm Cortesía de la artista

En la gravidez de las cosas

Silvia Gruner ha hecho de su percepción de las cosas cotidianas un intenso proceso de autorreferencialidad, sin embargo, no es difícil identificarse con los conjuntos objetuales, tan insólitamente antropomorfos, creados por ella. La artista se deja atravesar sensualmente por las cosas que la rodean: las recibe desde su intuición, las transfigura con su deseo, las con/mueve mediante su imaginación y, en ese tránsito, éstas parecieran cobrar vida propia: poseídas, actúan con la pasión personal que les insufla. En estas singulares representaciones, los utensilios pierden la gravidez que los mantiene inmóviles, la noción de uso se desmaterializa y vueltos lenguaje denotan los ánimos de la persona con la que cohabitan. Provocación casi obscena, psíquica, manipulatoria, entre la artista y los objetos.

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Silvia Gruner. Botiquín, 1999. Caja de luz, 68 x 40 x 14,5 cm
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en tu casa, ¿dónde está su cepillo de dientes? …en el lavabo, junto al mío.

en su casa, ¿dónde está tu cepillo de dientes? …en el closet, en un vaso con otros cepillos de dientes.

En ocasiones, Gruner interactúa con su entorno con tal intensidad sexual que puede producir en él un erotismo fulgurante. Es el caso de la secuencia fotográfica donde las exóticas dobleces decorativas de unas toallas sobre la cama de un hotel, resultan metonimia fantasiosa de la morfología excitante de los cuerpos de amantes entrelazados en rítmica fornicación. Sus vídeos, instalaciones y series fotográficas son síntesis creadas en la ausencia del momento vivido, en el vilo de la espera. Podríamos hilar dramáticamente sus trabajos siguiendo las historias de amor que ostensiblemente velan y revelan. En el díptico Botiquín, un par de cepillos de dientes cobra tanta expresividad gestual como para transmitir la desazón que embarga a los enamorados. En la primera foto, estos breves instrumentos para la limpieza bucal se abrazan en un beso apasionado, en la segunda, cada uno mira hacia lados contrarios.

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Silvia Gruner. Cortesías, 2002. 13 fotografías color 50 x 60 cm c/u Cortesía de la artista
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Lazy Susan, es un vídeo que registra dos vasos de agua sobre una base giratoria bailando al ritmo de una melodiosa canción: What do you get when you fall in love… Juego de encuentros y desencuentros, seductora invitación a la fusión, por demás efímera, que deviene distancia infranqueable, alteridad irreducible, imposibilidad de conocer/poseer al otro, búsqueda sin fin: I’ll never fall in love again… El deseo de conocimiento, de comunión, genera una eterna danza/persecución entre el sujeto y el objeto, entre el yo y el otro, mas “El otro jamás está al término del deseo, el sujeto se engaña buscando lo que ama.

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