Mi trabajo muestra un paisaje israelí transformado por la fuerza política, la violencia y la ocupación militar. Mis imágenes son una plataforma para la discusión sobre un paisaje (físico y psicológico) que se ha convertido en algo tan familiar que ya ni lo cuestionamos.
Israel es un sofisticado y manipulado palimpsesto. En esta región, ampliamente cubierta por los medios de comunicación, debatida por las naciones y pretendida por las religiones, el conflicto ha dejado una huella indeleble tanto en la tierra como en la psique de sus habitantes.
Las fotografías de aviones decomisados que fueron usados para prácticas de tiro, de escalofriantes maquetas de poblados árabes erigidos para entrenamientos de combate, o de muros y vallas erigidos para dividir y romper el territorio, son todas estructuras artificiales impuestas sobre el territorio; cicatrices que nos recuerdan constantemente nuestra lucha activa y no resuelta.
Dirijo mi cámara al paisaje para excavar y explorar la realidad israelí más allá de los titulares de la prensa y la adoración turística, para revelar el paisaje como una fuerza cultural, un instrumento de construcción de las identidades nacionales y sociales.…