En el umbral
Mis fotografías de ventanas surgieron a raíz de mi obra escultórica. En 1995 produje una instalación para el Konst musset de Malmö en la que encastraba una foto transparente de un escaparate en la pared. Esa gran escultura con carácter de diapositiva adquiría significado mediante el uso del espacio: era como si hubiera una proyección en la sala. Luego siguieron algunos trabajos en los que colocaba la fotografía de una ventana en el medio de una pared que separaba dos habitaciones, ventana que podía verse desde ambas. Se podía ver a través de la fotografía desde un espacio que te volvía reflejado: eras casi parte de él. Es como si uno se viera a sí mismo otra vez viéndose, lo que no es lo mismo que un reflejo. Sin embargo, un cuadro no se puede ver normalmente más que desde el frente. A mí me interesó la imagen en la ventana y la forma de solaparse la imagen con los espacios que la rodeaban.
Sabine Hornig “Mis fotografías de ventanas surgieron a raíz de mi obra escultórica”
En los trabajos fotográficos de ventanas en cambio estos dos planos distintos se solapan en uno solo. Tratan entonces de la simultaneidad de estos planos en una única imagen. Hay también imágenes donde los reflejos aparecen en el fondo además de en primer plano, en las que hay una ventana en la pared interior del fondo. Entonces allí se añade, con el reflejo, un plano más. En las esculturas me ha preocupado imaginar el espacio que hay detrás. La transparencia (de paredes, imágenes), literal y virtualmente, me interesó también en las esculturas en las que no usaba láminas o ventanas. Entre lo exterior y el interior de una imagen, en el umbral, está el plano en el que ambos se encuentran y se superponen, siendo así que el exterior es proyectado hacia el espacio interior de forma que el observador a menudo no entiende que en realidad se encuentra detrás de él. Yo no lo manipulo, fotografío las cosas como son.
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