post_type:dossier
Array ( [0] => 96892 [1] => 96893 [2] => 96894 [3] => 96895 [4] => 96896 [5] => 96897 [6] => 96898 [7] => 96899 [8] => 96900 [9] => 96901 [10] => 96902 [11] => 96903 [12] => 96904 [13] => 96905 [14] => 96906 [15] => 96907 [16] => 96908 [17] => 96909 [18] => 96910 [19] => 96911 [20] => 96912 [21] => 96913 [22] => 96914 [23] => 96915 [24] => 96916 [25] => 96917 [26] => 96918 [27] => 96919 [28] => 96920 [29] => 96921 [30] => 96922 [31] => 96923 [32] => 96924 [33] => 96925 [34] => 96926 [35] => 96927 [36] => 96928 [37] => 96929 [38] => 96930 [39] => 96931 [40] => 96932 [41] => 96933 [42] => 96934 [43] => 96935 [44] => 96936 [45] => 96937 [46] => 96938 [47] => 96939 [48] => 96940 [49] => 96941 [50] => 96942 [51] => 96943 [52] => 96944 ) 1
size_articulos_ids: 53
Current ID: 96894
Current pos: 2
Articulo anterior: Sergio Rubira
Articulo siguiente: Rafael Navarro
prevID: 96893
nextID: 96895
anterior

Roland Fischer

siguiente
Detalle de: Gisèle Freund. James Joyce, Paris, 1939. Courtesy of the artist and IMEC/Fonds MC.

Monólogo interior

Al recibir la invitación para seleccionar una fotografía para el número del aniversario EXIT, la primera imagen que surgió de mi inconsciente antes que de mi memoria visual fue este retrato de James Joyce de Gisèle Freund. ¿Quizás esto ocurrió porque asocio una historia personal con él?

A principios de la década de 1980, cuando vivía en París para organizar mi primera serie conceptual de retratos titulada Nuns and monks, una vez visité a Gisèle Freund en su departamento cerca de Denfert-Rochereau. Allí, sobre el sofá, colgaba ese retrato de James Joyce. Así que hablamos, entre otras cosas, sobre el autor, que era uno de mis “héroes” y cuyo Ulises ya conocía bastante bien. Cuando la conversación se dirigió a la técnica del llamado “monólogo interior”, que supuse fue innovación de Joyce, Gisèle Freund corrigió mi falsa suposición, señalándome a Édouard Dujardin, quien, en su Les lauriers sont coupes, había introducido este dispositivo estilístico treinta años antes.

Illustration
Gisèle Freund. James Joyce, Paris, 1939. Courtesy of the artist and IMEC/Fonds MC.

Para mí este retrato siempre ha sido de alguna manera sinónimo pictórico o una visualización de la idea de un monólogo interior

En cualquier caso, para mí este retrato siempre ha sido de alguna manera sinónimo pictórico o una visualización de la idea de un monólogo interior.

Captura e imagina ingeniosamente la retirada momentánea, pero absoluta, del autor a su mundo interior mientras contempla un poema a través del doble filtro de sus gruesas gafas y una lupa adicional. Además, nosotros, como espectadores, tenemos que pasar otro filtro, a saber, la vista a través de la cámara del fotógrafo. Nada resume mejor el complejo camino a través de diversas realidades subjetivas que una fotografía normalmente atraviesa antes de convertirse en una “imagen”, antes de que finalmente encuentre su propio tipo de realidad en forma de una “impresión en la pared”.

¿Y quizás se podría describir el flujo de imágenes globales generado por miles de millones de fotografías como una especie de monólogo interior colectivo, si es visual, del mundo?…

Este artículo es para suscriptores de ARCHIVO

Suscríbete