What Remains: Deserted Spaces & Lost Memories | Guerra
En mi fotografía acostumbro a centrarme en la gente y la vida cotidiana.
Cuando volví a Líbano después de la guerra de 2006 entre Hezbollah e Israel, fui con la intención de fotografiar a las personas que habían sobrevivido a la guerra y que estaban lidiando con la pérdida (tanto humana como material) y las dramáticas consecuencias del desastre.
Pese a que fotografié a la gente con la esperanza de contar sus historias y retratar su resistencia y dignidad, pronto me di cuenta de que los espacios abandonados y los restos de la vida cotidiana que encontraba en el marco de esa destrucción –todos ellos dejados atrás por la gente por motivos de seguridad– me iban conmoviendo. La gente vivió allí, y ahora ya se habían marchado, pero aquellos espacios postergados y objetos personales desperdigados que alguna vez fueron de ellos habían sido dejados atrás como despojos ahora no reclamados, como un recuerdo agridulce de la vida que alguna vez ocurrió.
A medida que caminaba sobre los restos y a través de aquellos espacios vacíos y silenciosos, esos objetos convertían la realidad de la pérdida en algo real; y si bien ocasionalmente una puede acostumbrarse a ver la destrucción por todas partes, estos restos preciosos de una vida interrumpida y memorias congeladas en el tiempo, devolvían la destrucción a un nivel muy humano y personal. Eran los restos de la vida de la gente, memorias que se fueron para siempre, recuerdos de un hogar y una vida anteriores. Mientras que los edificios pueden ser eventualmente reconstruidos, estos restos que construyen y simbolizan el hogar, la vida y la historia del individuo, son irremplazables y desaparecieron.
Fotografié aquellos espacios y objetos exactamente como los encontré. No los toqué, no quité el polvo y no los reordené de ninguna manera.
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