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¿Quién es el culpable? La fotografía como prueba y revelación (Milagros de la Torre)

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Milagros de la Torre. Los pasos perdidos, 1996. Impresión virada de plata sobre gelatina. 40 x 40 cm. Perú

Balas. Municiones confiscadas.
Bullets. Confiscated munitions.

El juego

Inventado en 1943, en Inglaterra, por supuesto, ¿Quién es el culpable? (Cluedo en Inglaterra y Francia, Clue en los Estados Unidos) es un elegante juego de salón que recoge, por un lado, el rotundo éxito internacional del Monopoly, por el otro, la narrativa detectivesca, el tramposo ingenio y la perfección lógica de Edgar Allan Poe, Conan Doyle y Agatha Christie. Como todo juego de esta índole, los mecanismos de ¿Quién es el culpable? son bastante simples: en su versión clásica, un crimen ha sido cometido en el espacio clausurado de una mansión de estilo Tudor (irónicamente llamada Tudor Manor); una docena de personajes, convocados por un émulo de Sherlock Holmes y Hércules Poirot, el inspector Grey, intentan ponerle trabas a la investigación. Para ello, deben crear una narración, sirviéndose de diversas herramientas. Como en el Monopoly, los jugadores sentados frente a una mesa en una tarde de domingo lluvioso, deben posesionarse de los papeles marcados en las tarjetas, y actuar —teatralizar— la trama que, sobre la marcha del juego, inventan, confrontando a quien interpreta al inspector Grey.

Illustration

En ese sentido, ¿Quién es el culpable? recrea ante un tablero la antigua —y muy británica— tradición de juegos de salón, tableaux vivants o charadas en la que los convidados expresaban eruditas fantasías que, en su tiempo, avivaron el interés de los surrealistas. Se trata, pues, de un juego de alter egos, de la mise-en-oeuvre de dispositivos narrativos que interpelan situaciones límites: la muerte, la mentira, la coartada, la cárcel, la verdad, el Bien y el Mal. Como las novelas en las que se inspira, tiene profundas implicaciones morales bajo sus aspectos lúdicos, más perversas aún, quizás, que las del Monopoly, esa iniciación a las reglas y los mecanismos del capitalismo. En tanto juego didáctico ¿Quién es el culpable? se ofrece como lección de justicia, integridad y civilidad, pero contiene su propia inversión, el aprendizaje de los modos de desviar estas reglas cívicas.

En su versión clásica más antigua ¿Quién es el culpable? incluía una serie de naipes que representaban las posibles armas del crimen, el revólver y la llave maestra, la cuerda y el candelabro, la daga y el tubo de plomo. Estas tarjetas en blanco y negro, con un intenso ribete negro como de obituario, de dibujo fotorrealista, mostraban al objeto de perfil, envuelto en un aura grisácea que se difuminaba hacia el borde.

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