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Pieter Hugo

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Fotografía de Pieter Hugo
Pieter Hugo. Vinkosi Sigwegwe, Cape Town, from Looking aside series, 2002. Courtesy of the artist.

Looking aside (2003-2006)

Toda la obra de Pieter Hugo (Johannesburgo, Sudáfrica, 1976) trata sobre la diferencia y en cierta forma sobre la culpa. Reconocido especialmente por sus retratos, Hugo nos va mostrando lo que algunos han llamado “comunidades periféricas”, es decir grupos de personas que se desarrollan y sobreviven juntándose al margen del discurso oficial, a las afueras de lo que se considera “normal”, mayoritario. Son minorías. Grupos marginados y maltratados socialmente dentro de sociedades que ya son objeto de malos tratos y desprecio de forma más global. Es decir, de alguna forma nos muestra esa cara fea de la sociedad que no queremos ver, las minorías marginadas por otras minorías, aquellos que han perdido su categoría de ciudadanos, a los que se les despoja de sus derechos como seres humanos. Para ello utiliza el retrato, demostrando claramente que este género, esencial en toda la historia del arte, no solo es importante por su capacidad de individualizar a un individuo, sino de englobar a un grupo, a una pequeña sociedad, a una tribu en un sentido no etnográfico sino vital.

Sólo por esta condición genética, que se caracteriza por una ausencia de pigmento en la piel, los ojos o el pelo, pueden ser víctimas de alguno de los muchos rituales de brujería

En su serie Looking aside que incluimos aquí, su objetivo son los negros que no solo son blancos dentro de las comunidades negras, sino que son albinos. El blanco maldito y total de una raza que debe convivir inevitablemente en un mismo territorio con sus dos mayores enemigos: el sol en su máximo esplendor y el desprecio de sus conciudadanos.

Fotografía de Pieter Hugo
Pieter Hugo. Steven Mohapi, Johannesburg, from Looking aside series, 2003. Courtesy of the artist.

Se calcula que solo en Tanzania hay una población de 170.000 personas albinas. Pero también las hay en Uganda, Angola, Senegal, por toda África. Víctimas de una enfermedad que ni siquiera pueden tratarse en sus países, son especialmente vulnerables a las condiciones de vida en la que tienen que sobrevivir, pero tal vez lo más difícil es la mirada con la que son catalogados en sus propios países: son rechazados, perseguidos, asesinados y mutilados sistemáticamente, pues se les adjudica poderes mágicos.

Sólo por esta condición genética, que se caracteriza por una ausencia de pigmento en la piel, los ojos o el pelo, pueden ser víctimas de alguno de los muchos rituales de brujería por los que los albinos son perseguidos en distintos países africanos.…

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