La fotografía y la arquitectura siempre han ido íntimamente ligadas para mí, desde hace 25 años. La mejor manera de unificar estas dos actividades con todas las cualidades de la fotografía, es mostrar el proyecto del arquitecto a través de la imagen fotográfica.
Al buscar la distancia adecuada entre el edificio y el fotógrafo dentro del paisaje que los rodea (el contexto), llego a conocer el proyecto, que puede ser a la vez tanto un objeto escultural como un objeto vivo.
Esto es particularmente cierto cuando fotografío el interior de un edificio donde la gente vive y realiza diferentes actividades. Entonces la fuerza y riqueza del proyecto se puede entender en su totalidad.
Es especialmente satisfactorio cuando en una sola fotografía puedo encontrar todas las ideas de un proyecto.
Fotografiar la arquitectura, para mí, es una actitud; es la posibilidad de establecer una relación con el mundo a través del interfaz que puede suponer la arquitectura.
Todas las imágenes cortesía del artista.…
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