post_type:dossier
Array ( [0] => 92867 [1] => 92868 [2] => 92869 [3] => 92870 [4] => 92871 [5] => 92872 [6] => 92873 [7] => 92874 [8] => 92875 [9] => 92876 [10] => 92877 [11] => 92878 [12] => 92879 [13] => 92880 [14] => 92881 [15] => 92882 ) 1
size_articulos_ids: 16
Current ID: 92878
Current pos: 11
Articulo anterior: Ana Teresa Ortega
Articulo siguiente: Lise Sarfati
prevID: 92877
nextID: 92879
anterior

Dana Popa

siguiente
Dana Popa. Nadia is turning 18. Very fragile. Now she is laughing her head off, next minute she is crying. The psychologist confirms she was sold by her mother, not Natasha series, 2006. Courtesy of the artist

not Natasha

not Natasha documenta las experiencias de mujeres que han sido explotadas sexualmente. Es una investigación sobre una forma persistente de violencia contra las mujeres.

Supe de ello por mujeres que habían sobrevivido a la esclavitud sexual y logrado regresar a su país. Fui a ver cómo podían vivir con los traumas que habían experimentado en un mundo que no sabe nada de su sufrimiento; cómo vivían bajo el miedo a que una madre o un marido lo descubrieran y las echaran a la calle. Sus relatos sobre violaciones, abusos y brutales maltratos recorren este proyecto.

Conocidos, amigos cercanos, familiares o novios venden a una chica por 200, 500, incluso 2.000 dólares. Una vez que llegan al país de destino, son llevadas a burdeles, sus pasaportes confiscados, e inmediatamente prostituidas. Serán liberadas después de pagar su deuda, pero inevitablemente son vendidas a otro proxeneta. Escapar de los traficantes no es tan fácil como saltar por una ventana y ser libre cuando algunos de sus clientes son oficiales de policía. Ser ilegal puede ser más peligroso que vivir en un burdel. Sus visados son renovados incluso cuando son mantenidas en cautividad.

Dana Popa. “My husband-to-be sold for $2.200…”, not Natasha series, 2006. Courtesy of the artist

Me encontré con diecisiete mujeres que habían sido vendidas. Algunas demasiado frágiles, otras muy fuertes, todas intentando dejar atrás un pasado que no querían. Las expliqué con detalle las razones de mi trabajo. Tenía que ser discreta y protectora. Estas mujeres están todavía resolviendo fuertes conflictos emocionales. Por respeto a su identidad, todos sus nombres han sido cambiados.

Dana Popa. ‘Natasha’ is a nickname given to prostitutes with Eastern European looks. Sex Trafficked girls hate it, not Natasha series, 2008. Courtesy of the artist

Trabajé en la idea de pérdida y ausencia haciendo de mis fotografías documentos del dolor y la nostalgia por las desaparecidas

Para mostrar el impacto que este lucrativo comercio ilegal tiene sobre las familias, continué buscando a las familias y los lugares que habían perdido estas mujeres durante años. Ninguno sabía nada de ellas; se esfumaron después de aceptar un trabajo en el extranjero y nunca regresaron. Trabajé en la idea de pérdida y ausencia haciendo de mis fotografías documentos del dolor y la nostalgia por las desaparecidas, y pruebas de la existencia de estas mujeres.

Este artículo es para suscriptores de ARCHIVO

Suscríbete