Nihonga
Nihon (Japón) y ga (pintura) se combinan para formar Nihonga, o Pintura japonesa, un estilo que se remonta miles de años atrás. Tradicionalmente estas imágenes se realizaban utilizando cola animal, pan de oro y pigmentos naturales. Las imágenes de esta serie son fotografías orgánicas de imágenes “reales” que han sido recompuestas juntas para producir el resultado deseado.
Como fotógrafo, mi trabajo está influido de modo subconsciente por el sentido japonés de la belleza. Este sentido de la belleza puede encontrarse en lo que se denomina Wabi-sabi, refieriéndose a la belleza de lo imperfecto y a la elegancia sutil. Además, esta belleza se expresa también en el Ma, el uso del espacio negativo, que se encuentra en el arte de la caligrafía así como en el diseño de un jardín tradicional de rocas.
Mi creatividad y mi trabajo como fotógrafo profesional están influídos de modo inconsciente por estas antiguas tradiciones de Japón. En Nihonga, estas influencias han sido expresadas como un elemento consciente.
Las imágenes de esta serie son fotografías orgánicas de imágenes “reales” que han sido recompuestas juntas para producir el resultado deseado
Mi obra ha sido a veces remitida a la tradición del Pictorialismo. Mientras que para algunos esto es un insulto, yo no lo considero así. Cuando la fotografía estaba en su infancia, miraba y tomaba mucho prestado de las tradiciones pictóricas. No obstante, en la pintura figurativa moderna y en la práctica artística más reciente, artistas como Edgar Degas, Andy Warhol y Chuck Close han utilizado la fotografía como una herramienta fundamental en su obra y su modo de expresión, desde primeros planos a grandes angulares, revelando a menudo cosas que el ojo humano incluso no puede detectar, e incorporándolas entonces a su trabajo. Así que, en efecto, ambas artes ahora toman prestado y aprenden una de otra. Mi idea era ver hasta qué punto la fotografía contemporánea podía expresar algunas de estas ideas traidicionales utilizando la tecnología y las herramientas disponibles hoy. Usando las herramientas actuales, el estroboscopio rápido Broncolor, Photoshop, y las últimas cámaras, un fotógrafo puede recrear la visión que originalmente sólo artistas como Hokusai o Hiroshige podían tener en su mente.
Traducido por Sergio Rubira
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