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Naoya Hatakeyama

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Naoya Hatakeyama. River Series #000, 1993-94. Courtesy of the artist and Taka Ishii Gallery, Tokyo.

Excavar la ciudad futura

Bajo hasta el arroyo del centro de Tokio, rodeado de hormigón. Este es un mundo sin humanidad. Apenas cinco metros bajo tierra, pero se me antojan años luz. Levanto la vista y veo los edificios que se alzan en la lejanía, resplandecientes, y me inspiran la misma nostalgia que deben de sentir los astronautas al reconocer las luces de la ciudad en la Tierra oscura.

NAOYA HATAKEYAMA

Para ampliar sus anteriores exploraciones de las canteras de piedra caliza y las fábricas de procesamiento, Hatakeyama siguió la piedra caliza hasta uno de sus muchos destinos posibles: las estructuras de hormigón de Tokio. El artista fotografió el río Shibuya que atraviesa el centro de la ciudad por un canal de hormigón porque quería seguir examinando y ampliando el vocabulario visual en torno a esa excepcional conexión entre lo urbano y lo natural.

Las marcadas líneas horizontales del muro de contención de hormigón centran la composición de cada imagen y cortan en perpendicular las altas líneas verticales de los edificios de apartamentos y oficinas contiguos al río. Hatakeyama fotografía el río a primera hora de la mañana o al anochecer, con el cielo sutilmente iluminado con gradientes de color y sin un ápice de sol. Las ventanas, los letreros de neón y los focos de los edificios se desdibujan al impactar contra la ondulada superficie reflectante; pese a que en el agua se aprecia el rastro de la brisa o de movimiento, la escena está inmóvil y tranquila, aislada del resto de la ciudad. Como Hatakeyama fotografía el río en estaciones y puntos distintos, los ligeros cambios del paisaje subrayan que, aunque pase el tiempo, la presencia del río es constante.

Al captar las imágenes desde la perspectiva fluvial, se genera la impresión de que el río y los edificios están separados por una distancia enorme. Las fotografías, que exploran esa llamativa y visible relación entre el río y el paisaje arquitectónico de Tokio —vivo y en constante evolución—, insinúan la compleja e invisible interacción entre las fuerzas humanas y naturales que configuran la ciudad.

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