Nacida en Mendoza (Argentina) en 1965, Marcela Astorga comenzó a cursar su carrera de Diseño en la Universidad de Buenos Aires, completando su formación primero con Diana Dowek y después de forma autodidacta. Su investigación sobre las posibilidades de la piel como material artístico y las tensiones que este material genera en su encuentro con otros objetos y elementos se ha traducido en un cuerpo de trabajo que reflexiona sobre la violencia y la memoria (personal y ajena). En los objetos escultóricos, instalaciones e imágenes de Marcela Astorga, la epidermis de los seres vivos se convierte en metáfora de la desprotección que habita esos cuerpos, esbozando un retrato en tiempo real de la condición humana no exento, en ningún momento, de ironía.
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