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Manuel Sendón

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Todas las imágenes: Cuspindo a Barlovento series, 2002-2003. Courtesy of the artist.

Cuspindo a Barlovento | Accidente

Desde niño he escuchado historias fantásticas relacionadas con objetos que traía el mar.

El caso del Prestige es muy diferente. El mar vomitó algo que no quería, algo que se le había arrojado de forma contranatural. El resultado era previsible, los científicos tenían bien estudiadas las corrientes de Navidad que determinarían el retorno del chapapote, pero el desprecio por este país hizo que los responsables ni siquiera demandasen la opinión de los científicos y se limitaran a escupir a barlovento.

La vista del Coído da Pedriña de Muxía resultaba desoladora. Farolas destruidas, árboles negros, aves y cangrejos agonizando cubiertos por el chapapote. Todo negro. Un paisaje apocalíptico. Recordaba a las imágenes que nos habían emitido en la I Guerra del Golfo en 1991, como la de la ave pretoleada, que luego resultó ser de la marea negra provocada por el Exxon Valdez. Mientras negaban de forma reiterada la existencia de marea negra.

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Inmediatamente llegaron voluntarios procedentes de los más diferentes lugares, que con las manos y con herramientas propias de otros trabajos, comenzaron con entusiasmo una tarea sobre la que no había instrucciones escritas.

Mientras el barco sólo vertía “hilillos de plastilina”, el Instituto Hidrográfico Portugués nos informaba que seguía perdiendo más de cien toneladas diarias. La información fue sustituida por la propaganda política, provocando la indignación colectiva. Como consecuencia surgió el movimiento Nunca Máis que convocando cientos de miles de gallegos pide responsabilidades, dignidad y futuro para un pueblo que fue maltratado. Movimiento sin parangón en la historia de un pueblo que el tópico presenta como sumiso y conservador. Sin dejar de ser un nombre propio, la expresión nunca máis se convirtió, incluso fuera de Galicia, en sinónimo de rebelión cívica contra la injusticia.

En la actualidad las escopetas de agua a presión siguen escupiendo a barlovento en la Costa da Morte.

Larga vida para el espíritu de Nunca Máis

Abril de 2003…

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