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Chris Shaw

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Chris Shaw. Zits!, 2002; Life As a Night Porter series, 1993-2003. Courtesy of the artist.

Life as a Night Porter

Mi nombre es Chris Shaw y trabajé durante diez años en hoteles de Londres por las noches. Me llamaban Elvis en el pasado pero no soy Elvis. La verdad es que me parezco más a Charlie Sheen. En el verano de 1993 salí un día a comprar un cartón de leche pero al final me fui al pub Coach and Horses en el Soho de Londres. Esa noche conocí a una mujer –que no era la mujer con la que vivía– y cuando volví a mi “casa” dos semanas más tarde había cambiado la cerradura. Las cosas pintaban mal. Estaba sin trabajo y sin casa en Londres, fui a un centro de empleo y vi un anuncio para ser portero de noche, esperaba que la oferta incluyera el alojamiento. Solicité el trabajo. Para mi sorpresa tuve éxito. Este fue mi primer hotel, el Bonnington en Bloomsbury. Después de un año trabajando por las noches y quedándome en un cuarto para empleados conseguí mudarme a un bloque de apartamentos sórdido y húmedo. Trabajaba como fotógrafo freelance y pretendía que este trabajo fuera temporal, un medio para un fin. Lentamente se apoderó de mi vida y el anormal estilo de vida empezó a parecer normal. Perdí a mis amigos de la escuela de arte y cualquier oportunidad como fotógrafo, empecé a habitar el mundo nocturno. Hay armadas de hombres borrachos y desnudos que se miran fuera de sus habitaciones de hotel, encuentran el camino hasta el vestíbulo donde hay alguien como yo. Entonces tienes que coger la llave maestra y llevarles a su cuarto una y otra vez ¿He dicho que odio esto? Una noche pasé dos horas revisando una larga lista en una hoja de cálculo mientras un hombre borracho y desnudo permanecía de pie enfrente de mi envuelto en una cortina de ducha que había robado. Me llevó dos horas porque se había registrado con un nombre falso y lo había olvidado… ¿quién eres en realidad?

Después de tres años en el Bonnington me despidieron durante una discusión por negarme a trabajar por tercer año en Navidad. En los siguientes seis meses me despidieron dos veces, primero de un hotel en Leicester Square por pelearme con un chef fuera de servicio; y luego del Milestone en South Kensington cuando el jefe de turno me descubrió dormido –¡cuando los porteros de noche se supone que deben estar despiertos!…

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