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Larry Sultan

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All images: Larry Sultan. Swimmers, 1978‑82. Courtesy of Casemore Gallery, San Francisco; Yancey Richardson,Gallery, New York; Thomas Zander Gallery, Cologne; Estate of Larry Sultan; and MACK.

Swimmers, 1978‑1982

Entre 1978 y 1982 fotografié a gente aprendiendo a nadar en varias piscinas de San Francisco. Estaba interesado en realizar fotos excesivamente físicas, sensuales y pictóricas. Me inspiré en los manuales de natación y salvamento de la Cruz Roja y las hice con una pequeña cámara subacuática. Las fotografías fueron hechas en un momento en el que me di cuenta de que gran parte de mi actividad artística estaba desconectada de mi cuerpo. La actividad de fotografiar y las propias imágenes me daban miedo. Y resultó que tenía buenas razones para tener miedo. Como dijo un crítico: ‘Pensábamos que eras un conceptualista, pero resulta que no eres más que un expresionista’.

Larry Sultan.

El arte en general, y la fotografía en particular, sucumben a momentos catárticos, en los que pueden suceder muchas cosas. Supone, en cierto modo, renunciar al control y repensar las fronteras, haciendo convivir esta paradoja en un equilibrio exquisito: la imagen. Así describe Larry Sultan (Brooklyn, Nueva York, 1946) su experiencia con la fotografía y en especial con su primera obra personal, Swimmers (1978‑1982). La voluntad de volver al cuerpo y recuperar el contacto con su propia obra, con la creación encarnada, empujaría a Sultan a enfrentarse a uno de sus mayores miedos: el agua. Tras un incidente a los doce años de edad en el océano, su fascinación por las aguas profundas se tornó en pavor.

El agua es la única parte de la naturaleza que conozco que no podemos controlar, que parece abrumadora cuando entras en ella

Enfrentarse a sus miedos suponía, en este caso, un reto que alimentaba su motivación artística de jugar con los límites del propio medio. Con la distorsión de la luz y los objetos sumergidos, el agua pone en jaque la propia percepción y dificulta la representación, elementos esenciales para el medio fotográfico. A lo largo de ocho años, Larry Sultan se sumergió con su equipo de esnórquel y su pequeña cámara Nikonos III con flash de mano en las piscinas públicas del Jewish Community Center de San Francisco, el Richmond Plunge y el Recreation Center for the Disabled, fotografiando a aquellas personas que, como él, se enfrentaban a su miedo, aprendían a reconciliarse con el agua y a disfrutar envueltos en ella.

Esta ópera prima personal sería el inicio de toda una investigación sobre la intimidad y la documentación narrativa que desarrollaría posteriormente

Participar en aquello que fotografiaba fue clave para el artista, que tras sus trabajos previos en colaboración con Mike Mandel, de corte conceptual —en línea con las corrientes que dominaban el arte a finales de la década de los 70 y principios de los 80—, sentía la necesidad de reconectar con su producción artística desde la vulnerabilidad y la conexión con su propio cuerpo.…

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